SATHYA SAI ANANDAM
SATHYA SAI ANANDAM: ¿Por qué es adicto a su teléfono celular?

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jueves, 5 de septiembre de 2019

¿Por qué es adicto a su teléfono celular?



¿Por qué es adicto a su teléfono celular?

Análisis escrito por Dr. Joseph MercolaDatos comprobados
     
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Adicción al Celular

HISTORIA EN BREVE

  • El destacado programa "¿Por qué es adicto a su teléfono celular?" de CBC Marketplace, consulta a expertos de tecnología sobre los métodos para fabricar la adicción a los teléfonos celulares, así como sus efectos
  • Se ha demostrado que la adicción al Internet y la incapacidad para desconectarse, afecta la cognición y el enfoque, ya que es una fuente de constante distracción
  • La aplicación "Moment" rastrea la cantidad de tiempo que invierte en una aplicación determinada, lo que le permite saber cuánto tiempo de su vida le dedica
  • Las compañías de Silicon Valley utilizan inteligencia artificial y neurociencia para crear aplicaciones más atractivas y persuasivas, al maximizar el potencial adictivo de los teléfonos inteligentes
  • Las herramientas habituales para formar hábitos incluyen factores placenteros, recompensas variables, "scroll infinito" y técnicas de aversión a la pérdida

Este artículo se enfoca en el tema de la adicción social al uso de los teléfonos celulares, sin indagar en las exposiciones a los campos electromagnéticos (CEM), los cuales explicó detalladamente en mi próximo libro titulado: "EMF'd", cuya publicación se encuentra programada a inicios del 2020.

Como amante de la tecnología, me duele observar las consecuencias de los avances tecnológicos en la salud psicológica de numerosas personas, especialmente en nuestra juventud. En la actualidad, los niños ni siquiera pueden imaginar una vida previa al Internet, una vida en la que el trabajo escolar involucraba visitas a la biblioteca y las llamadas telefónicas requerían que permanecieras en un lugar (ya que no existían los teléfonos inalámbricos).

Tanto los niños como los adultos ahora pasan una cantidad excesiva de tiempo en los teléfonos inteligentes, al comunicarse con amigos (y posiblemente extraños) a través de mensajes de texto, en Twitter y Facebook, y se esfuerzan para mantener sus Snapstreaks en Snapchat.

Incluso numerosos niños pequeños son expertos en navegar por medio de las tabletas inalámbricas. Los teléfonos inteligentes han cambiado la forma de interacción social de las personas, especialmente en los adolescentes, una situación que desarrolla ramificaciones significativas en la salud psicológica.

Este es un tema cubierto profundamente en el libro de Jean Twenge "iGen: Why Today's Super-Connected Kids Are Growing up Less Rebellious, More Tolerant, Less Happy — and Completely Unprepared for Adulthood — and What That Means for the Rest of Us".

Gran parte de la vida social de los adolescentes se lleva a cabo en la soledad de su habitación a través de sus teléfonos inteligentes, de acuerdo con Twenge en una adaptación del artículo del 2017 de su libro, publicado en The Atlantic, mientras que esta falta de interacción personal tiene un fuerte precio psicológico: la soledad. También se ha demostrado que la adicción al Internet, y la incapacidad para desconectarse, afecta la cognición y el enfoque, ya que es una fuente de constante distracción.

¿Los teléfonos celulares son una necesidad o una conveniencia?

El destacado programa "¿Por qué es adicto a su teléfono celular?" de CBC Marketplace, consulta a expertos de tecnología sobre los métodos para fabricar la adicción a los teléfonos celulares, así como sus efectos.

Según el Marketplace, las personas utilizan sus teléfonos celulares durante un promedio de tres horas al día, y tal cómo se muestra en el video, numerosas personas tienen la costumbre de ver sus teléfonos mientras caminan, completamente desapercibidos de su entorno.

Durante su vida, los adolescentes pasarán "casi una década interactuando con un teléfono inteligente", según Virginia Smart, reportera del CBC en un artículo adjunto. Si siente que no tiene el tiempo suficiente para ser más productivo, tal vez el uso del teléfono celular es parte del problema, ya que se desvía mucho de su tiempo de manera diaria.

Aun así, la mayoría de las personas concuerdan que su teléfono se ha convertido en una "necesidad" más que una conveniencia. Con frecuencia, olvidar el teléfono en casa, o perderlo, es percibido como un desastre.

"Toda mi vida está en mi teléfono", explica un hombre. "No sabría qué hacer [sin él]". Pero, ¿cómo llegamos a este punto? "Es parte de un plan en el que ni siquiera sabía que se inscribió", explica David Common, corresponsal del CBC.

Recompensas variables y otros trucos mentales

Para investigar el uso real, el CBC Marketplace reclutó a una familia conformada por cinco miembros de Ontario para un experimento, por medio de una aplicación en el teléfono para rastrear el uso de cada miembro durante un período de dos meses. La aplicación, conocida como "Moment", rastrea la cantidad de tiempo que invierte en una aplicación determinada, lo que le permite conocer cuánto tiempo de su vida le dedica.

Las compañías de Silicon Valley también rastrean el uso de todos los usuarios, a nivel mundial, en un esfuerzo por descubrir los métodos para causar una mayor adicción hacia sus aplicaciones. Una de ellos es Dopamine Labs, fundada por Ramsay Brown, la cual utiliza "inteligencia artificial y neurociencia para rastrear el uso, la lealtad y los ingresos de las personas".

Como explicó Brown, utilizan la inteligencia artificial y la ciencia mental para "generar aplicaciones más atractivas y persuasivas"; en otras palabras, utilizan la ciencia para maximizar el potencial adictivo de los teléfonos inteligentes.

El secreto es bastante simple Las aplicaciones placenteras causan adicción Como señaló el CBC Marketplace, es bastante revelador que los dos creadores de la revolución de los teléfonos inteligentes, Bill Gates y Steve Jobs, admitieron limitar el uso de dichos dispositivos a sus hijos. Probablemente porque saben algo que el resto de nosotros no.

Actualmente no estamos diseñando ningún software", explica Brown. "Sino que diseñamos mentes". Pero, ¿cómo? Algunas de las herramientas para cambiar hábitos más comunes incluyen las siguientes:

Factores placenteros — Los cuales pueden incluir una notificación de "¡Felicidades!", "¡Buen trabajo!" o un icono de "felicidad" tras haber completado una acción. En las plataformas de redes sociales, la acción de "Me gusta" logra el mismo objetivo. La capacidad de sumar seguidores es otro factor.

Recompensas variables — Tal como lo explica el Marketplace, un factor clave utilizado para engañar a la mente para que adopte un comportamiento adictivo se le conoce como "recompensas variables". En pocas palabras, significa que nunca sabrá lo que va a obtener. ¿Cuántos "Me gusta" obtendrá su publicación? ¿Cuántos seguidores o puntos puede obtener? ¿Cuánto tiempo puede mantener una buena racha?

Al igual que con otro tipo de apuestas, esta incertidumbre junto con la perspectiva de una recompensa placentera es lo que alimenta la compulsión de continuar.

Scroll infinito — Otro "método" perfeccionado por las redes sociales es el flujo interminable de contenido y comentarios que pueden mantenerlo en movimiento de manera indefinida.

Aversión a la pérdida — Aunque comienza como una actividad placentera, en cierto momento, su uso continuo se transforma en una prisión de su propia creación: ya que "no puede" dejar de utilizar la aplicación o experimentará una gran decepción. El Snapstreak de Snapchat es un ejemplo perfecto de cómo las aplicaciones aprovechan la aversión a la pérdida.

De acuerdo con un estudio del 2014, las técnicas de "hackeo cerebral" como estas han llevado al 6 % de la población mundial a luchar contra la adicción al Internet, muy similar al uso de drogas ilícitas.

Los problemas con el uso excesivo y el abuso de los teléfonos celulares provocan trastornos de sueño, ansiedad, estrés y depresión, así como una mayor exposición a la radiación de los campos electromagnéticos, los cuales también ponen en riesgo su salud y su bienestar mental.

La adicción al Internet se encuentra en aumento

En la entrevista del Marketplace con Lisa Pont, una trabajadora social en el Centro Canadiense para la Adicción y la Salud Mental, las personas ahora ingresan al programa porque este uso se ha convertido en un problema.

"La investigación está comenzando a demostrar que la tecnología tiene un impacto en la memoria, la concentración, el estado de ánimo, [la] ansiedad, la depresión, el sueño, y el bienestar general", explica Pont.

Pont enfatiza, que los niños son particularmente vulnerables debido a su falta innata de autocontrol, y realmente necesitan una buena orientación de los padres, así como límites en el uso de dispositivos. "Es muy tentador a esa edad mitigar su propio uso", explica Pont, al señalar que los cerebros infantiles no se encuentran completamente desarrollados, por lo que carecen del control de impulsos y la capacidad de prever las consecuencias de su comportamiento.

Relación que existe entre los celulares y la depresión

Como señaló Twenge en su artículo: "Have Smartphones Destroyed a Generation?", las tasas de depresión y suicidio en los adolescentes han aumentado drásticamente desde el 2011, y los datos sugieren que pasar tres horas o más al día en dispositivos electrónicos puede aumentar el riesgo de suicidio en los adolescentes hasta un 35 %.

Asimismo, pasar 10 horas o más en las redes sociales a la semana se encuentra asociado con un riesgo 56 % mayor de causar infelicidad, en comparación con aquellos que utilizan las redes sociales por menos tiempo, mientras que aquellos grandes usuarios de redes sociales muestran un riesgo 27 % mayor de depresión.

"No es una exageración considerar al iGen como la peor crisis de salud mental en décadas", redacta Twenge, y añade que "gran parte de este deterioro puede atribuirse al uso del teléfono.

Existe evidencia convincente de que los dispositivos disponibles para los jóvenes están desarrollando profundos efectos en sus vidas, y están causando una gran infelicidad".

¿Cuánto tiempo pasa en su teléfono?

Después de rastrear a Jackson, un niño de 8 años, durante dos meses, su promedio de uso diario fue de 5 horas y 32 minutos, pero ciertos días, utilizó su tableta casi 11 horas, que es básicamente un día entero. A este ritmo, su tiempo en pantalla proyectado de por vida alcanza cerca de 15 años.

Su madre expone su preocupación por el tiempo que usa este dispositivo, especialmente porque ha notado que prefiere pasar tiempo en la tableta en lugar de tener otras interacciones y actividades sociales.

Mientras tanto, Emily, de 16 años, intercambia sus horas de sueño por las redes sociales. Ella admite quedar atrapada en el scroll infinito; antes de ver qué han pasado muchas horas.

Como se señala en el artículo de Twenge's Atlantic, la falta de sueño entre los adolescentes aumentó hasta un 57 % entre 1991 y el 2015. Muchos de ellos ni siquiera obtienen siete horas de sueño de manera regular, mientras que la ciencia revela que necesitan dormir un mínimo de ocho a 10 horas para mantener una buena salud. Twenge explica los hábitos de aquellos adolescentes que entrevistó:

"Su teléfono fue lo último que vieron antes de dormir y lo primero que vieron al despertar. Algunos utilizaban el lenguaje de la adicción".

"Sé que no debería, pero no puedo evitarlo", explico uno de ellos sobre su interacción con su teléfono mientras se encontraba en la cama. Otros consideraban su teléfono como una extensión de su cuerpo, o incluso como un amante: "Tener mi teléfono cerca cuando duermo me da mucho consuelo".

Emily no es diferente, al admitir que revisa su teléfono como parte de su rutina matutina y vespertina. Es lo primero que hace al despertar, y lo último que hace antes de acostarse.

Para Emily, gran parte de su día gira en torno a Snapchat. Ya que utiliza la aplicación de manera continua para contactar a sus amigos, incluso cuando se encuentran cerca de ella.

Como se mencionó anteriormente, Snapchat utiliza una técnica conocida como "aversión a la pérdida" para mantener el uso de su aplicación. Emily tiene una buena racha de Snapchat que ha estado desarrollando durante casi dos años, y ahora se siente obligada a no romperla, que de eso se trata la aversión a la pérdida.

Durante muchos días, Emily utiliza su teléfono durante casi 7.5 horas. La aplicación Moment registró que Emily utilizó su teléfono cerca de 100 veces al día durante el período de monitoreo. En promedio, pasa cerca del 30 % de sus horas activas en el teléfono. Pero, sus padres no se quedan atrás, cada uno con un promedio del 21 %.

Síntomas de la adicción al internet

Los síntomas de la adicción al Internet o al teléfono celular son similares a otros tipos de adicción, pero son socialmente aceptables. Como se señaló en un estudio, la adicción al Internet (IA, por sus siglas en inglés) se presenta de la siguiente manera:

"[E]n general, se considera como un trastorno de preocupación porque las anomalías neuronales (como atrofias en la corteza prefrontal dorsolateral) y las disfunciones cognitivas (como memoria de trabajo deteriorada) asociadas con la IA imitan aquellas relacionadas con la adicción a sustancias y conductas. Además, la IA a menudo es simultánea con los trastornos mentales, tal como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y depresión".

De acuerdo con Psycom.net, las condiciones que pueden aumentar el riesgo de adicción o compulsión al Internet incluyen: ansiedad, depresión, otras adicciones y aislamiento social o incomodidad. Los síntomas emocionales más comunes de este tipo de adicción incluyen los siguientes:

Aburrimiento de las tareas rutinarias

Deshonestidad y autoprotección

Sentimientos de culpa, miedo o ansiedad; cambios de humor

Euforia mientras se encuentra en línea

Postergación; incapacidad para priorizar tareas o mantener horarios

Evitar el trabajo

Los síntomas físicos de este trastorno pueden incluir los siguientes:

Dolor de espalda, dolor de cabeza, dolor de cuello

Síndrome del túnel carpiano

Resequedad ocular y otros problemas de visión

Insomnio

Mala nutrición; aumento de peso o pérdida de peso

Mala higiene personal

Las notificaciones tienen un costo significativo en la cognición

Si es como la mayoría de las personas, probablemente tiene una serie de notificaciones configuradas en su teléfono. Según el Marketplace, estas notificaciones, crean consecuencias significativas para la cognición gracias a sus pitidos, sonidos y zumbidos constantes.

El reportero del Marketplace, conocido como Commons, visita la Western University, donde se lleva a cabo una investigación cognitiva. Participa en una prueba para evaluar su capacidad de concentración y para percibir cómo estas distracciones afectan su atención y cognición.

Primero, Commons realiza una prueba de atención lejos de su teléfono. Para después mantener su teléfono encendido cerca de él. Y, a pesar de que no puede verlo, puede escuchar las llamadas telefónicas entrantes, mensajes de texto y los sonidos de las notificaciones provenientes de las redes sociales.

Para la tercera parte de la prueba, Commons debe recordar los números que recibió por un mensaje de texto. "Refleja la interacción normal con nuestros teléfonos", explica el investigador. Puede enviar mensajes de texto a un compañero de trabajo, o su cónyuge puede pedirle que compre leche de camino a casa.

Commons admite que las distracciones causadas por su teléfono interfieren significativamente con su capacidad para concentrarse en la tarea. Incluso la vibración sin sonido causa problemas. ¿Qué tan grande es el problema? La comprensión verbal de Commons disminuyó casi un 20 % tras permitir las distracciones del teléfono.

Apagar todas las notificaciones es un método simple para eliminar muchas de estas distracciones. Aun así, tener el teléfono cerca puede ser suficiente para distraerlo de sus tareas.

Un estudio con un grupo de más de 50 estudiantes universitarios descubrió que el desempeño de tareas complejas era peor cuando el participante podía observar un teléfono celular presente, ya fuera el teléfono de otra persona o el suyo, en comparación con el desempeño demostrado cuando no había ningún teléfono celular a la vista.

Como señaló Brown, los teléfonos inteligentes están aquí para quedarse, mientras que los desarrolladores de aplicaciones están siendo cada vez más sofisticados para captar su atención. Por lo tanto, los usuarios deben ser más inteligentes y aprender a tomar decisiones conscientes sobre cómo utilizar estos dispositivos.

La pregunta es: "¿Quién queremos ser?", explica Brown. La tecnología moderna realmente requiere de una formación personal (o ser manipulado por los desarrolladores de software) y que se utilice de una manera que le ayude, en lugar de que afecte su vida.