SATHYA SAI ANANDAM
SATHYA SAI ANANDAM: Discurso de Swami, 3/2/1965-

ULTIMAS PUBLICACIONES

viernes, 20 de abril de 2018

Discurso de Swami, 3/2/1965-

10. ¿La raíz o la cuerda?


En el discurso que han oído ahora acerca de los métodos por los cuales los Śāstra-s le han pedido al hombre pagar su deuda con los dioses, los sabios y los antepasados, ¡han oído cómo el SanātanaDharma (código moral eterno) ha establecido un "camino sin espinas" para el progreso del hombre, de la humanidad a la divinidad! Sin espinas o lleno de espinas, cada uno tiene que recorrer el camino, solo y con plena confianza.

Arjuna era el cuñado Kṛṣṇa; ellos también eran grandes amigos; obviamente no había tiempo que perder, en elaboradas explicaciones y cuestionamientos, mientras se estaba en el campo de batalla. Además, Kṛṣṇa tenía, sin duda, el poder de transformar en un santiamén la mente rebelde de su pariente en un instrumento iluminado para tomar una acción. ¡Pero, Kṛṣṇa no utilizó el poder! Él sólo prescribió el medicamento y el régimen; Arjuna tuvo que tomarse la medicina y seguir el régimen, con el fin de ser aliviado. Él dijo: "Tú eres mi amigo, tú eres mi pariente, tu estas tan cerca de Mí que ahora soy tu auriga (conductor del carruaje), sin embargo estás muy angustiado; Estoy de acuerdo en que la ilusión que te ha dominado debe ser removida rápidamente; pero, tu ajñāna (ignorancia) debe caer a través de tus propios esfuerzos, no a través de algún milagro de Mi parte." La verdad que se gana por uno mismo en la lucha con la falsedad será un tesoro duradero; la lucha fortalece para atesorar el tesoro, porque no todos pueden soportar las consecuencias revolucionarias de esa posesión.


 La mente inestable puede ser domesticada


Arjuna le confesó a Kṛṣṇa que la mente esta siempre agitada e inquieta; él dijo que no se podía calmar. Dijo que era como el viento, que sopla donde quiere. Hay una bella historia sobre Kara* que les contaré. Él estaba aplicando aceite en su cabeza, preliminar al baño, de una taza adornada con joyas. Kara había tomado el aceite en su mano derecha y untado bien en el pelo, cuando Kṛṣṇaapareció y cuando Kara se levantó para reverenciarlo, ¡Él le dijo que había venido a exigir su copa como un regalo! [*Karna en el Mahābhārata es hijo del Sol y Kunti, ayudaba y confería deseos a quien se lo pidiese]

"Estoy sorprendido de que Usted, el Amo del Universo, tengas un deseo de esta cosa insignificante, pero ¿para qué voy a hacerle preguntas? Aquí está la copa; Yo se la regalo", dijo, y la colocó en la mano derecha del Señor con su mano izquierda. Kṛṣṇa lo tomo para preguntarle por el error en elDharma, de ofrecer un regalo con la mano izquierda. Pero, Kara dijo, "¡Perdóname, Oh Señor! Mi mano derecha está untada con aceite; Tenía miedo de que si me tomaba el tiempo para lavarme la mano y hacer que esté lista para darle el cáliz, la mente caprichosa, que ahora está de acuerdo con el regalo, podría descubrir algún argumento de no acceder a su solicitud; por lo tanto, YO podría quedar privado de la buena fortuna única, debido a la mente voluble con la que estoy agobiado. Esta es la razón por la que actué en el momento y se lo pase a usted, independiente de la violación de una regla de etiqueta; por favor compadécete de mí y perdóname", declaró KaraKara sabía que la mente era inestable. Pero, como Kṛṣṇa aconsejó a Arjuna, esta puede ser domesticada con desprendimiento y disciplina.

La mente debe convertirse en el sirviente del intelecto, no en la esclava de los sentidos. Esta debe discriminar y separarse del cuerpo. Al igual que la fruta madura del Tamarindo, que se suelta dentro de la cáscara, esta debe ser desprendida de su concha, esta funda llamada cuerpo. Golpeen una fruta verde de tamarindo con una piedra y dañaran la pulpa interior; pero, golpeen la fruta madura y verán lo que pasa. La corteza seca es la que cae; nada afecta a la pulpa o la semilla. El sādhaka (aspirante) maduro no siente los golpes del destino o la fortuna; es el hombre inmaduro el que es herido por cada golpe.


El secreto de la liberación


Un rey una vez fue a cazar en el bosque y mientras perseguía a un ciervo que huía, cayó en un pozo que era muy profundo, nadie de su séquito sabía de su difícil situación, porque el ciervo lo había llevado muy lejos en el bosque, antes de que sus hombres pudiesen obtener rastro de él. Por suerte, cuando cayó, agarró la raíz de un árbol que colgaba al margen del pozo, y por lo tanto escapó de lamuerte que asechaba debajo. Después de unas horas de agonía, oyó a alguien recitando en voz alta los nombres del Señor, cerca de la boca del pozo. Era un hombre santo y cuando escuchó el débil eco del llanto del infortunado rey, bajó una cuerda y le pidió al Rey que se agarrase a ella firmemente, para que pudiera ser levantado con seguridad. El dilema para el Rey ahora era ¿la raíz o la cuerda?

Por supuesto que la raíz le ayudó a sobrevivir, pero, tenía valor sólo hasta que se presentó la cuerda. Sería una locura adherirse a la raíz, después que la cuerda estaba dispuesta para salvarlo. La raíz debe ser apreciada, pero, el agradecimiento no debe exagerarse para un apego. El Sasāra o existencia mundana es como la raíz; la cuerda es el secreto de la liberación, por medio de algunos Mahāvākya-s (Expresiones sagradas de la Verdad), que en un instante dan a conocer la verdad.

La Liberación es sólo el conocimiento de la Verdad, el bajarse de las escalas de la ilusión de los ojos. Ella No es una prerrogativa especial de almas selectas; no es un monopolio cerrado de sādhakas(aspirantes espirituales) expertos. Asi como el Godāvarī pierde su forma, su nombre y su sabor en el mar, la liberación disuelve el nombre y la forma, aptitudes y actitudes. Ya no eres un aparte, en particular, individual. La gota de lluvia se ha fusionado en el mar, de donde surgió la gota. Por supuesto que no ha habido esclavitud, en ningún momento, y no hubo prisión; ¡sólo ha habido una fijación en la mente que uno estaba obligado, que uno estaba en prisión, que uno era limitado y finito!


Precauciones respecto a la comida


Para purificar la mente y el intelecto para la reflexión correcta de la Verdad, la primera precaución es con respecto a la comida. De hecho, este es un asunto muy serio para los sādhakas. Vivía en Malur, del estado de Mysore, un piadoso brāhmaa (sacerdote) que era un gran erudito. Él tenía una esposa igualmente piadosa, siempre estaba practicando pūjā y japa-dhyāna (culto a dios y meditación con mantras) y era conocido en todas partes por su carácter virtuoso. Uno día, un sanyāsi-n (mendicante) llamado Nitya-ānanda llegó a su puerta pidiendo limosnas; con lo que se puso feliz más allá de toda medida. Invitó al monje a cenar con él al día siguiente, así él podría honrarle con la debida hospitalidad. Colgó guirnaldas verdes sobre sus puertas e hizo elaborar arreglos para la recepción. Pero, la undécima hora de impureza física dejó a su esposa no apta para preparar comida para el huésped de honor o para cualquier otra persona. Una vecina se ofreció para cocinar la comida y ella fue traída e introducida en la cocina.

Todo iba bien y todos eran tan felices como podían, según las circunstancias. Solo que el monje se retorcía durante la comida por un deseo irresistible de robar la copa de plata que el anfitrión había colocado cerca de su plato. A pesar de sus mejores esfuerzos, la mala idea ganó y el monje se apresuró a su morada con la copa oculta en los pliegues de su túnica. Él no pudo dormir esa noche, porque su conciencia lo pinchaba. Sintió que había traído desgracia a su guru, y a los ṛṣi-s (rishis, sabios) a quienes él invocada por los mantras que recitó. No pudo descansar hasta que regresó a la casa de los brāhmaa-s (brahmanes, casta de sacerdotes) y, cayendo a sus pies, restauró el artículo con lágrimas de arrepentimiento goteando por sus mejillas.

Todos se preguntaron cómo un santo podría caer tan bajo; entonces, alguien sugirió que podría ser una falta transmitida por la comida que comió, por la persona que lo cocinó. Y, cuando indagaron la historia de la vecina, ¡se encontraron con que era una ladrona compulsiva! La tendencia al hurto afectó a la comida que ella preparó por medio del contacto sutil. Esta es la razón de porque a los aspirantes espirituales se les recomienda vivir sólo de las frutas y tubérculos cuando llegan a una cierta etapa del logro espiritual.

Los deseos del hombre son sin-fin

El aspirante debe acoger las dificultades, pues, no son sino los desafíos, las oportunidades para probar el temple de uno, para ayudar a uno a superar el apego al cuerpo. Śiva (Dios) no tiene miedo; sólo el śava (cadáver) teme. Este es Śivāratri, la noche de ausencia de miedo, de la Auspiciosidad, de Magala (prosperidad). Ustedes están felices de haber venido en peregrinación aquí, pero déjenme decirles una cosa: a menos que controlen la corriente del deseo que surge en la mente, esto es sólo una oportunidad desperdiciada. Si sus deseos se cumplen, me reverencian; si no lo son, Me injurian. Así es como los deseos los degradan.

Cuando se cumple un deseo, diez se alzan en su lugar. Porque, no hay escasez de necesidades; la misma persona viene a Mí buscando éxito en un examen, después, un trabajo, después un suegro, después un niño, después un aumento en el salario, el traslado a un lugar más barato, una bacante en la Facultad de Medicina para el hijo - una serie interminable de necesidades, ¡hasta que al fin, viene buscando Mi Gracia para terminar con las búsquedas mundanas e iniciar en el camino de la liberación espiritual! cintā (chintaa, ansiedad) es lo que estas personas viven. cintā significa, en telugu, árbol de tamarindo. Viven en el árbol de tamarindo, el árbol cintā; pero, Mi árbol es el "árbol Satoa(santosha, contentamiento), el Árbol de la Alegría".

El hombre es peor incluso que un perro, porque olvida los favores recibidos; niega a su amo; confía en el oído, a pesar de que el ojo se contradiga con la oreja. Él se comporta como si tuviera dos lenguas; con la que el alaba el cielo hoy, él desprecia y no cree al siguiente. El perro reconoce a su amo, sea cual sea el papel que tome en la obra --- rey, siervo, payaso. Es agradecido por las sobras de sus platos, que le dejan lamer después de la cena. Pero, el hombre no tiene gratitud, ni siquiera por el amta (néctar de la inmortalidad) que recibe.


Abandonen el apego y sean libres


Nadie puede liberarlos, porque nadie les ha atado. Mantienen a la ortiga del placer mundano y lloran por el dolor. El pájaro Milano es perseguido por los cuervos siempre y cuando lleve un pescado en su pico; el gira y da vueltas en el cielo tratando de esquivar los cuervos que buscan arrebatarle el pescado; cansada por fin, esta deja caer el pez. En ese momento ella es libre. Así que abandonen el apego a los sentidos, a continuación, el dolor y la preocupación no podrán acosarlos más. El Milano se sienta en un árbol, arreglándose las alas, disfrutando de su felicidad.

Ustedes también pueden ser muy felices, siempre que dejen caer el pez que tiene en su pico. Cuando saben que los ladrones han irrumpido en la casa de su vecino, se convierten en extra cautelosos y todas las noches, antes de acostarse, examinan todas las cerraduras y los pernos en la casa. Cuando saben que la muerte ha llevado a una víctima de la casa de al lado, ¿por qué no se examinan a sí mismos, si están preparados para hacerle frente cuando esta viene a llevarles? ¿Por qué sumergirse en distracciones como la construcción de viviendas, apilar saldos bancarios, celebrar picnics y presentarse a las elecciones? Dedíquense más bien en las cosas que les harán inmortales, sirviendo a sus mejores intereses mediante el servicio al mundo. Busquen su propia realidad. Eso es lo que un hombre sabio debería hacer.

Praśānti Nilayam, 03/02/1965