SATHYA SAI ANANDAM
SATHYA SAI ANANDAM: ¨UTILIZARÉ A CADA UNO DE USTEDES, LOS MÁS PUROS SERÁN MIS INSTRUMENTOS...¨

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jueves, 8 de junio de 2017

¨UTILIZARÉ A CADA UNO DE USTEDES, LOS MÁS PUROS SERÁN MIS INSTRUMENTOS...¨

¨UTILIZARÉ A CADA UNO DE USTEDES, LOS MÁS PUROS SERÁN MIS INSTRUMENTOS...¨

PALABRAS DE SWAMI EN 2015 – Encinitas, California, EE. UU.

«Como devotos, les estoy dando esta responsabilidad. Ahora no tengo un cuerpo propio, pero utilizaré a cada uno de ustedes. Los más puros serán Mis instrumentos, y a través de ustedes eliminaré el sufrimiento del mundo».

En uno de los satsangs llevados a cabo en la Divina Presencia en Encinitas, California, el 20 de junio de 2015, un devoto preguntó si todos los sufrimientos de este mundo iban a ser eliminados por completo.

PREGUNTA: Swami, estamos preocupados por el sufrimiento del mundo. ¿Lo eliminarás por completo?

SWAMI: El sufrimiento del mundo está en la mente, no en el cuerpo. Cuando todas las mentes hayan llegado a ser puras, todo el sufrimiento terminará. La ausencia de ego es el camino. Cuanto más pureza desarrollen, menos sufrirán. Eso es lo que estoy procurando hacer. Como devotos, les estoy dando esta responsabilidad. Ahora no tengo un cuerpo propio, pero utilizaré a cada uno de ustedes. Los más puros serán Mis instrumentos, y a través de ustedes eliminaré el sufrimiento del mundo. Que las personas se hagan más desinteresadas. Que se hagan más amorosas. Sólo eso puede poner fin al sufrimiento.

Para algunos, el sufrimiento es indispensable. Sólo cuando sufren recuerdan ustedes a Dios. De otro modo, cuando todo marcha bien, olvidan a Dios por completo. El mundo nunca está libre de sufrimiento por entero; el mundo está diseñado para sufrir. Sólo alguien que se desprende del mundo se ubica por encima del dolor y el placer, de la alegría y el sufrimiento. Si están apegados al mundo, no hay manera de que puedan escapar por completo al sufrimiento.

¿Por qué hemos venido aquí este mes? Porque Yo quería venir a responder preguntas como esta. Pero también para decirles que todos ustedes pueden hallar estas respuestas en su propio interior. Cierren su mente, pongan fin a la incesante y variable mente. Reduzcan sus deseos. Eliminen todo lo que es egoísta, y entonces quedaré solamente Yo. En el silencio, podrán escuchar a Sai, y la voz de Sai está siempre hablándoles, en todo momento. Es la voz de Dios. Él está libre de ego. Se ocupa de todos, no sólo de ustedes. Si llegan a ser así, no necesitarán «tomar prestado» a Swami, de nadie. No necesitan buscarlo en algún otro lugar. No necesitan preocuparse porque lo tienen ahora, pero tal vez más tarde podrían no tenerlo. Todas esas ilusiones son creadas por su propia mente.

Todo lo que quiero de Mis devotos es que se hagan puros de cuerpo, mente y corazón. Háganse más y más desinteresados, y perciban a Swami, que está en su interior. Pongan fin a este continuo vacilar entre los dos extremos: de la alegría a la pena, del placer al dolor. Todo eso debe terminar. Deben elevarse por encima de todo eso, y sentirme a Mí dentro de ustedes. He venido aquí a decirles esta sola verdad: que Swami está dentro de ustedes, y si una persona lo puede sentir, también lo pueden sentir ustedes. Lo que se requiere es sólo un pequeño esfuerzo; un esfuerzo por reducir sus deseos, reducir sus necesidades, eliminar todo lo que es egoísta en ustedes, eliminar su mente, y escuchar la voz del corazón. Entonces Yo responderé a todo, desde su interior; no tendrán que preguntar a nadie.

No se conviertan en aquel rico que olvidó dónde había enterrado su dinero. Pensando que era un mendigo, pedía prestado a los demás. Esta riqueza de la Divinidad, el Swami de ustedes, está precisamente en su interior. Para hallarlo tienen que abrir su corazón. Giren la llave de la mente hacia Dios. Si abren la cerradura, me pueden ver en su corazón. No la giren en sentido contrario, trabándola. Estoy esperando para hablar a cada uno de ustedes, guiar a cada uno de ustedes, y proteger a cada uno de ustedes. Pero tienen que pedirme ayuda. Tienen que volverse hacia Mí y caminar hacia Mí. Den un paso, y Yo daré cien pasos.

Cuando se vayan de regreso, no tienen que discutir ni comentar lo que está ocurriendo, lo que ha ocurrido o lo que ocurrirá. Todo eso es una pérdida de tiempo y un desperdicio de energía. Llévense con ustedes este sentimiento de amor, y procuren hacerse más desinteresados, más amorosos, más amables; procuren servir más y sentir más en su interior, en todo momento de su vida.