OM, el sonido primordial que le da origen al universo
Los antiguos sabios de la India también lo llamaron «el sol de los dioses», ya que es la forma vibratoria de la Totalidad
Las antiguas tradiciones del Valle del Indo enseñan, en los textos sagrados conocidos como Vedas, que el universo se origina en el sonido y que es justamente esa vibración -el OM, o sonido primordial- lo que da a luz al mundo material en que vivimos.
En los Upanishads -que son cada uno de los más de 200 libros sagrados del hinduismo escritos en idioma sánscrito, y de los cuales los más antiguos y representativos datarían aproximadamente de entre el 800 y el 400 a. C.- los ancestrales sabios, o rishis, equipararon a la sílaba OM con Brahman (o lo Absoluto). Es decir, con aquella matriz de energía inteligente y amorosa de la cual surge el universo entero.
Y es por eso que consideraron que el sonido OM es incluso superior a los dioses. Es más, lo mencionan como «el sol de los dioses», puesto que es la forma sonora o vibratoria de lo absoluto.
Por otra parte, la sílba OM es considerada como la madre de todas las «sílabas semilla», o bija mantras, que son los sonidos que captan la forma o la energía de un poder en una sílaba activa. Así, los mantras crean en la vacuidad del espacio su propia resonancia. Y puesto que todo en la creación no es más que una intrincada, sutil y compleja red de resonancia, los mantras son una misteriosa e inmensa fuente de poder.
… puesto que todo en la creación no es más que una intrincada, sutil y compleja red de resonancia, los mantras son una misteriosa e inmensa fuente de poder.
Ahora bien, ¿cuál es el significado de la sílabas semilla, o bija mantras? Absolutamente ninguno. No significan nada ni son signos de algo más. Son, en sí mismas, lo que nombran. Por ejemplo, la sílaba para fuego es Ram; pero Ram no significa ni está nominando al fuego; no es el sonido fuego: es el fuego mismo, tanto en su aspecto concreto como en su aspecto arquetípico.
Tanto es así, que al repetir la sílaba Ram muchos yogis avanzados pueden experimentar el calor o la energía purificadora del fuego, y hasta la aparición material de este elemento. Y en este sentido, también se puede comprender tal vez un poco más por qué a estas poderosas sílabas se las llama semillas, o bija mantras: ya que tienen el poder de hacer germinar la fuerza que llaman.
Como escribió el etnobotánico y psiconauta Terence McKenna: «El verdadero secreto de la magia es que el mundo está hecho de palabras. Y si conoces las palabras de las cuales está hecho el mundo, puedes hacer con él lo que quieras«. O Guy Beck, en su libro Sonic Theology: «La forma en la que se utilizan las fuerzas creativas del lenguaje es a través de la ciencia del mantra«.
El verdadero secreto de la magia es que el mundo está hecho de palabras.
Por último, en las tradiciones judeocristianas también se enseña la noción del sonido y las letras como principios creativos: la palabra, o Logos -en la Biblia-, y las letras en las cuales la luz de Ein Sof -en la Cabalá- se cristaliza para formar el universo.