SATHYA SAI ANANDAM
SATHYA SAI ANANDAM: enero 2025

viernes, 24 de enero de 2025

EL GITA DE SAI BABA - CAPÍTULO XXXI. CUMPLAN SU DEBER, SIN OCUPARSE DEL RESULTADO

 

EL GITA DE SAI BABA

EL CAMINO DE LA AUTOREALIZACIÓN Y

LA LIBERACIÓN EN NUESTRA ERA

DIVINOS DISCURSOS

Bhagavan Sri Sathya Sai Baba

Prashanti Nilayan

Compilado y editado por Al Drucker

PARTE TRES: EL CAMINO DE LA ACCIÓN

CAPÍTULO XXXI. CUMPLAN SU DEBER, SIN OCUPARSE DEL RESULTADO

Krsna dijo: "Arjuna, tienes trabajo que hacer. ¡Hazlo! Pero olvídate del fruto de tu trabajo". Krsna no dijo que no habría resultados. Ciertamente habrá resultado. Cada acción tiene su consecuencia o fruto. Mas, el fruto no es de su incumbencia, ni deben de aspirar a él. Por eso, la esencia de la enseñanza es que tienen que hacer su deber, pero sin tener el rédito en mente.

Encarnaciones del amor:

Cada acción tiene su consecuencia, así, también el resultado dará lugar a otra acción. El ciclo interminable de acción y resultado, resultado y acción, se manifiesta de manera similar al ciclo de la semilla y el árbol. La semilla y el árbol se siguen uno al otro; la semilla da lugar a un árbol y el árbol da lugar a la semilla. Sin semilla, no se puede tener árbol. Sin árbol, no se obtiene semilla. Lo mismo aplica sobre la acción y el resultado. Se trata de ciclos naturales que hay en el mundo. Puesto que esto es así: un evento siempre siguiendo al otro, ¿qué interés podrían tener en el resultado? Tu deber y responsabilidad es realizar la acción correcta, mas no preocuparse con el resultado. Krsna instruyó a Arjuna así: "En esta batalla, tendrás que ser indiferente a lo que le ocurra a tu gente o a ti. Tú cumple con tu deber y quita tu mente de cavilar en el resultado".

El escudo de la devoción y la armadura de la sabiduría

En las batallas, los guerreros usan escudo y armadura. Ello los protege contra los proyectiles que sus enemigos les disparan. En la batalla espiritual que tienes que pelear, también deberán de usar cierto tipo de escudo y armadura. En este caso, el escudo es la devoción y el amor a Dios, y la armadura es la sabiduría. Un combate mundano puede que sólo dure unos días, o bien puede prolongarse unos meses o hasta años. Mas, la batalla espiritual es continua, jamás termina. Ha sido desplegada por la humanidad sin cesar, desde los más remotos tiempos. Desde la obscuridad de los tiempos ha existido la lucha entre el bien y el mal, entre virtud y pecado, entre apego y desapego.

La humanidad ha librado una batalla sin fin con su sentimiento de yo-mi-me- conmigo, con su sentimiento de odio y celos y con otras cualidades malvadas que albergan en sí. En particular, el egoísmo y el apego tienen enorme fuerza. Son terribles. En comparación con ellos, ustedes, que los combaten, no son tan fuertes. En realidad, ustedes son muy débiles. De hecho, estas cualidades negativas los han dominado de tal manera que, al igual que Arjuna, ahora se identifican con ellas. Ahora bien, para combatir a tan poderosos enemigos, tienen que seguir las instrucciones del Dios interno, y deben de usar un escudo y armadura muy resistentes. Las protecciones poderosas que tienen que usar en la batalla espiritual son la devoción y la sabiduría. Ellas los protegerán de tan formidables enemigos.

Cuando cuentan con una sombrilla, no les molesta que haya un fuerte sol. Si traen sandalias o zapatos, no les preocupa pisar una espina. Cuando usan escudo y armadura, no les afectan demasiado los proyectiles arrojados contra ustedes. Krsna le dijo a Arjuna: "Por lo tanto, en la batalla que libran internamente tienen que portar su escudo y armadura". Cuando Krsna sacó a Arjuna de su desánimo al comienzo del Gita, le entregó la armadura de la sabiduría. Fue la primera enseñanza de Krsna para él.

Recurran a la sabiduría para conquistar a sus enemigos

Krsna le dijo a Arjuna: "Los apegos que ahora tienes, tu deseo de poseer cosas, no son tendencias que hayas adquirido ayer o antier. Te han acompañado durante innumerables nacimientos, y son la causa de tu dolor. No tienes cómo saber cuándo podrás deshacerte de una vez por todas del dolor que te han causado. Empero, no puedes hacer nada respecto al pasado, así que no te preocupes de ello. Mejor enfócate en cómo eliminar el dolor que te sobrevendría en el futuro, si tus apegos y deseos te siguen dominando".

"En la batalla que estás por librar, te procuraste una armadura física. Ella protegerá tu cuerpo de enemigos externos, pero ¿cómo te protegerás de los enemigos internos que combates en tu propio interior? Para protegerte de ellos, deberás de usar la armadura de la sabiduría. Te preocupan tus enemigos externos, pero no piensas en los internos. Si sucumbes a tus enemigos internos jamás podrás conquistar a los enemigos externos. Conquista primero a tus enemigos internos".

Cuando están enfermos y sintiéndose mal, lo normal es buscar un médico, pero más importante aún es cuidarse de no contraer una enfermedad, en primer lugar. Se dice que una onza de prevención vale más que una libra de curación. Desde el inicio de los tiempos, los enemigos internos han dominado a la humanidad y llenado de pesadumbre a los humanos. Mientras estén llenos de egoísmo y apego, no podrán liberarse del dolor y la congoja. Se embarcaron en acciones equivocadas y ellas son ahora la causa de su dolor. ¿Significa ello que deben de abstenerse de toda acción? No. No les queda otra más que actuar. Deben de actuar y pueden incluso disfrutar de sus acciones. Pero de ahora en adelante, deben de actuar adecuadamente, de modo que no les acarree consecuencias y más dolor en el futuro. Si lo cumplen, es muy importante que entiendan los principios de lo que es la acción correcta.

 

Toda experiencia mundana puede acarrear karma

A la acción se le llama karma. Ustedes nacen en karma, se desarrollan en karma y mueren en karma. El bien o el mal, el pecado o la virtud, la ganancia o la pérdida, la alegría o el pesar se deben todos al karma, o acciones realizadas. En verdad, al karma se debe incluso que hayan nacido. El Karma es el creador de la humanidad. Le da forma a la vida. Entonces, no deben descuidar las acciones de ninguna manera. Su vida entera tiene relación con la acción. Por ello, reconozcan la importancia de actuar correctamente y comprométanse firmemente en ello.

No crean que la acción es cosa menor. Puede comenzar como un brotecito, pero luego se convierte en un gran árbol. Para que una semilla se convierta en un árbol, debe primero de abrir la tierra para poder crecer. Y ya que se convierte en árbol, puede ofrecer su fruto. Si el fruto les va a acarrear alegría o tristeza dependerá de la semilla que plantaron. Para obtener el mejor fruto, la semilla de la acción realizada tiene que ser de la más alta calidad para abrir la tierra del egoísmo y poder crecer. Entonces la acción puede transformarse en yoga. Yoga es la unión con Dios.

El egoísmo se desarrolla cuando se olvidan del morador interno

¿Cuál es la raíz del egoísmo? ¿Por qué la gente siente egoísmo? El egoísmo surge por la ignorancia inherente en ustedes. Piensen: ¿qué es lo que puede estar generando el egoísmo, de dónde proviene y en qué va a parar? Piensen en los siguientes principios del universo físico: la luz viaja a 670 millones de millas por hora. A esta velocidad, la luz viaja un trillón de millas al año. Se considera que el sol está relativamente cerca; la distancia entre el sol y la tierra es aproximadamente 90 millones de millas. Para nosotros la luz solar es excepcionalmente brillante. Sin embargo, es la luz proveniente de un solo sol. Existen billones de soles y estrellas. La distancia a la estrella más cercana es casi cuatro años luz, o sea, algo así como 23 a 24 trillones de millas.

Las estrellas parecen estar muy cerca unas de otras, pero la distancia entre dos de ellas es decenas de trillones de millas. Se ven como si se hubiese derramado leche en el firmamento. Las estrellas que ven con el telescopio se cuentan por billones. Y existen muchos, muchísimos más objetos en el universo que ustedes no pueden ver. ¿Qué tamaño tiene la tierra en la vastedad del universo, donde existen billones de billones de estrellas desparramadas sobre distancias de trillones de trillones de millas? ¿Y cuál es el lugar que ocupa el pequeño planeta Tierra, con relación al sol, el cual no es sino una estrella menor de las incontables que tachonan el firmamento?

En la tierra, ¿de qué tamaño es el país del que eres ciudadano? ¿De qué tamaño es el estado en el que vives? Y dentro del estado, ¿qué tan grande es el municipio que habitas? Y en el municipio ¿cuánto más chica es la ciudad que llamas tu hogar? Y luego, ¿cuánto más pequeños son ustedes dentro de la porción de tierra que ocupan? Si las escalas del universo son tales, así como su tamaño dentro de él, ¿de qué se esponjan como pavos reales? Si conocieran a fondo la vastedad del universo, no se llenarían de egoísmo. Sólo cuando se olvidan de su diminuto tamaño en comparación con la infinitud del universo son capaces de albergar semejantes aires de grandeza.

Tal vez se sientan orgullosos de su cuerpo. Pero su cuerpo no tiene más que cinco elementos. Y cualquier día perecerá. Sólo el morador interno es eterno. Carece de nacimiento o de muerte; no crece ni decae. Brilla por doquier. Es la única entidad imperecedera que brilla en el mundo entre las múltiples formas cambiantes. Yace en la base de cada forma; es la refulgencia que anima todas las cosas. Está ahí incluso en la noche más oscura, pues es lo que les revela la oscuridad misma. Dicha refulgencia todo-penetrante es el morador interno, la eterna flama que brilla, inmanente, en cada cuerpo. Miren al morador interno, vuélvanse hacia él, y jamás podrán confundirlos el orgullo ni el egoísmo.

El cuerpo es un objeto inerte hecho de cinco elementos.

Tomen refugio en el Señor, que mora adentro. No vean más el cuerpo con orgullo. El cuerpo está sujeto a enfermedades y sufre innumerables cambios. Apenas está apto para sobrevivir a la travesía en las aguas del mundo. El cuerpo es un objeto inerte; no más que siete cubetas de agua, el hierro que cabría en cuatro uñas de dos pulgadas, el fósforo que habría en mil cien cerillos, el carbono que se encuentra en cuatro lápices y dos jabones. Si a esto le mezclan una que otra sustancia más, tienen un cuerpo. El cuerpo no es más que materia inerte. Pero puede moverse y manifestar vida porque hay un ser que lo habita.

Consideren un reloj de pared. Tiene tres manecillas: el segundero, el minutero y la hora. En cuanto le dan cuerda, las manecillas comienzan a moverse, cada una a su ritmo programado. ¿Cuánto tiempo se seguirán moviendo? Se moverán lo que dure la cuerda del resorte que las activa. Cuando se agote la cuerda, se detendrán marquen lo que marquen. Su cuerpo puede compararse a un reloj. Su respiración equivaldría a la cuerda. Sus acciones son como el segundero; sus emociones, el minutero; y su alegría sería la hora. La energía divina es la que le imprime vida y poder a todo el mecanismo.

De acuerdo con el ejemplo del reloj, podrán responder a la pregunta de cómo es que pueden realizar acciones para empezar. Vean que el segundero que representa sus acciones se mueve bastante rápido y pronto completa una vuelta de sesenta segundos. Entretanto, el minutero -que representa las emociones- habrá avanzado un sesentavo de vuelta. Sólo cuando el segundero completa sesenta vueltas de sesenta segundos cada una y el minutero completa una vuelta, es que la manecilla que da la hora -y que representa aquí la dicha y la alegría- avanzará una marquita. La hora se mueve tan lentamente que no pueden detectar su movimiento, pero sí el del minutero y el segundero.

Pero existe un secreto. Cada hora, las tres manecillas se encuentran. Cuando la acción, que está asociada al cuerpo y la naturaleza; las emociones, asociadas a la persona interior, y cuando la dicha suprema, que está asociada a la divinidad se reúnen, naturaleza, persona y Dios se hacen uno.

 

De la acción al sentimiento devocional, y de ahí a la dicha

La naturaleza puede describirse como el campo de acción; les brinda la oportunidad de santificar su trabajo y alcanzar su meta. Cuando realizan sesenta buenas acciones, surgirá un sentimiento positivo. Es, pues, preciso realizar muchas buenas acciones para hacer surgir un buen sentimiento. Y sólo cuando se acumulan sesenta buenos sentimientos, la manecilla de la hora se moverá levemente, lo que representa experimentar la dicha interior. Por eso fue por lo que Krsna instruyó a Arjuna a realizar buenas acciones. Cuando realicen innumerables acciones buenas, obtendrán muy probablemente una o dos emociones buenas profundamente satisfactorias y duraderas. En el momento en que experimenten innumerables sentimientos positivos, podrán obtener la dicha que es el estado eterno del atma. Por consiguiente, tienen que comenzar realizando muchas buenas acciones.

El cuerpo les fue dado con el propósito específico de que realizaran acciones con él. Resulta imposible que transcurra siquiera un momento sin estar activos. Por eso los Vedas -las sagradas escrituras de la India- le dan tanta importancia a la celebración de actividades sacras como la adoración y el ritual. Empero, las acciones sacras no son sólo los sacrificios, la penitencia, hacer caridad, los cuales persiguen ciertos resultados. Hay acciones que se pueden llevar a cabo sin esperar ningún resultado. Las acciones ejecutadas sin preocupación por el resultado se llaman karma yoga.

Cuando se realiza una acción sin ningún deseo egoísta, se considera karma yoga. Es la acción más elevada y sagrada de todas, y es la que pueden llevar a cabo en todo momento de su vida diaria. Remuevan su egoísmo. Échenlo fuera. Eliminen el deseo por el fruto. Cuando realizan una acción con esta actitud, su acción lleva el verdadero espíritu de sacrificio, se vuelve penitencia, se vuelve yoga. Los tres -el sacrificio, la penitencia y el yoga- conllevan la misma idea. Toda acción realizada debe de estar consagrada así. Incluso inhalar y exhalar son acciones y, en ese sentido, son karma. Sin karma, el hombre no podría vivir ni un minuto en el mundo. Pero el karma asociado al ego es chato y nocivo.

La comida genera pensamientos, sentimientos y acciones

Por todo lo anterior, realicen sus acciones en el espíritu de sacrificio, no para servirse a sí mismos. Los resultados pueden ser buenos o malos, benéficos y perjudiciales, según el tipo de acción que hayan emprendido. Las acciones en sí dependen del sentimiento egoísta o inegoísta con el que fueron realizadas. Los sentimientos, a su vez, dependen de los pensamientos que alberguen. Y éstos dependerán del tipo de alimento que ingieran. He ahí la secuencia que va del alimento a los pensamientos, de los pensamientos a los sentimientos, de los sentimientos a las acciones y de las acciones a los resultados. Los resultados, sin embargo, dan lugar a más sentimientos, sean de dolor o alegría, dependiendo de la naturaleza de las acciones, sentimientos, pensamientos y alimentos. Con lo anterior, pueden darse cuenta de la enorme importancia que tiene comer alimento puro e impecable.

Imaginen que un sabio hace un ritual védico encendiendo una pequeña hoguera, como prescriben las escrituras. El humo resultante dependerá del tipo de hoguera que se encendió. Se formará una nube del humo que surge. Al condensarse la nube, se forma vapor de agua y entonces caen unas gotas de lluvia. La cosecha depende de la lluvia, y el alimento que se consuma dependerá de la cosecha que se obtuvo. Por último, el cuerpo físico, siendo lo mismo que la comida, depende del alimento que se ingiera. Por consiguiente, incluso se puede rastrear la comida por el tipo de acciones, en este caso, la hoguera que se encendió para el sacrificio.

Enfóquense en la acción, no en el fruto

Si sus acciones son buenas, su nacimiento será bueno. Sus acciones son la causa originaria, su nacimiento, el resultado final. A este respecto, Krsna advirtió: "Pon toda tu atención en hacer cosas buenas; no te fijes en el resultado". El resultado vendrá por sí mismo, pero ustedes fíjense en la acción.

En el pasado, ustedes incurrieron en cierta cantidad de acciones buenas o malas; como resultado, hoy tienen alegría o sufren con pesar las consecuencias. ¿Cómo librarse del dolor que resultó de sus acciones pasadas? Solamente pueden eliminarlo involucrándose en acciones buenas. Es por ello por lo que los Vedas le dan tanta importancia a la acción. Las malas acciones deben de ser remplazadas por otras buenas, las cuales al tiempo los conducirán a hacer acciones totalmente desinteresadas, sin interés por el fruto. Su acción devendrá en karma yoga, que los unirá inexorablemente a la divinidad.

Si descuidan o desperdician sus acciones, toda su vida se volverá un desperdicio. Se les dio la vida para que acarreen buen karma, realizando actividades idóneas. Karma no significa realizar acciones únicamente con el cuerpo. El nombre mismo del cuerpo es karma. Puesto que incluso su cuerpo es el resultado de sus acciones precedentes, uno de los significados de karma es cuerpo.

El cuerpo es consecuencia de acciones; está relacionado con el tiempo, la circunstancia y la causalidad. Mas, ello sólo aplica al estado de vigilia. Durante el sueño, el cuerpo permanece inactivo, de manera que no hay ninguna acción, sólo la ilusión de la acción o maya. En los sueños, los sentidos están en reposo. En el sueño profundo, llamado estado causal, ni siquiera hay mente. Allende este estado se encuentra la fuente ulterior llamada la causa suprema, la causa original, que trasciende el estado causal. La causa original es la divinidad. He aquí un ejemplo para ilustrar.

Los estudiantes caminan hasta aquí desde el hostal, que está aproximadamente a un kilómetro de distancia. A las cuatro quince de la tarde, salen del hostal y antes de las cuatro y media llegan a la puerta del ashram. Les lleva más o menos quince minutos trasladar su cuerpo desde el hostal a este predio. Lo que los trae es el propósito de estuchar la charla de Baba. En cada acción que emprendan, habrá siempre los cuatro factores siguientes: tiempo, una actividad, una causa o propósito y un resultado. El tiempo aquí fueron quince minutos. La actividad consistió en caminar del hostal al salón de oración. El propósito fue escuchar la charla. El resultado será que santifiquen más su vida. De esa manera, pueden aprovechar el estado de vigilia para su progreso espiritual.

Tiempo, acción, propósito y resultado sólo aplican al cuerpo

Ahora piensen que después de esta charla volverán al hostal. Después de cenar, se meten a la cama y se duermen. Entonces tienen un sueño. En el sueño se encuentran caminando en un boulevard de Paris. ¿En qué momento salieron del hostal para viajar a Paris y cuánto tiempo se tardaron en llegar? La pregunta no puede ser contestada. No hay un tiempo específico aquí. ¿Cómo viajaron a Paris para empezar? ¿Por barco o en avión? Tampoco hay respuesta. Ir allá no involucró ninguna acción específica. ¿Por qué fueron a Paris? No lo saben; no hay ninguna razón evidente. ¿Qué disfrutaron del viaje? ¿Cuál fue el resultado de la acción de ir? No se puede responder. Viajar allá no arrojó ningún resultado del que aquí se pueda discutir. Por lo tanto, en el estado del soñar no existe tiempo, acción, propósito ni goce de resultados. Nada de esto hay en el sueño.

Ahora, supongamos que poco después de conciliar el sueño, alguien viniera y los despertara; se levantaran y se percataran de que apenas estuvieron dormidos durante cinco minutos. En esos cinco minutos soñaron que iban a Paris. ¿Es esto posible? No es posible. Fue tan solo una experiencia mental. Nunca realizaron dicha acción, ni con el cuerpo ni con los sentidos. Dicha experiencia mental tiene que ver con su forma sutil, mientras que el cuerpo denso se relaciona con los cuatro factores: tiempo, acción, causa y circunstancia. Han visto que ninguno de ellos está presente en su experiencia mental o sutil del soñar. Gracias a los trucos de la mente, han creado todo un mundo ahí adentro.

La mente creó todo ese barullo de gente en el boulevard de Paris, todo el tráfico, y tantos otros objetos. La mente posee tal poder excepcional. Posee la extraordinaria capacidad de crear cualquier cosa, o destruir lo que sea, no sólo en el sueño sino en el mundo de la vigilia. Su mente es la responsable de todas sus acciones. Cuando le ofrecen tan poderosa mente al Señor, no sólo la mente sino todas sus acciones, todo lo que hacen van incluidos en su ofrecimiento. Cuando usan su mente para pensar en el Señor, todas sus acciones se vuelven sagradas.

Dirijan el deseo hacia la sabiduría para obtener la luz divina

Un gran sabio solía decir: "Si le cantas alabanzas al Señor y le ofreces una luz, dicha luz resplandecerá en el mundo entero". Usan la flama de una lámpara para ofrecerle luz al Señor. Su mente, hecha de múltiples deseos, puede compararse al aceite, la mecha equivaldría a la sabiduría que han adquirido. Cuando juntan los dos, y usan su sabiduría para volver los deseos hacia Dios, obtienen la luz divina que se desprende de dicha unión.

Se necesita un sostén para el aceite y la mecha. Se puede ver el cuerpo como el recipiente que sostiene el aceite de los deseos y la mecha de la sabiduría. La dicha que experimentan es la luz que desprende la lámpara. Si sólo tienen la mecha e intentan encenderla, no se prende. Si desean encender sólo el aceite, tampoco lo lograrán. Pero cuando la mecha se junta al aceite, se puede prender para producir luz.

 

Otra manera de ver el aceite y la mecha es ver la acción o el trabajo, que se relacionan con la mente y los deseos, como el aceite. El buddhi o intelecto intuitivo, relacionado a la sabiduría, puede concebirse como la mecha. Cuando combinan los dos, la acción y el buddhi, en suma, cuando consagran todas sus acciones siguiendo los dictados del motivador interno, se destella luz. Es la eterna luz del atma. Cuando todas sus acciones se vuelven sagradas, tomarán conciencia de su propia verdad eterna y quedarán bañados por la luz del alto ser inmortal.

Ahora bien, la flama de la lámpara tiene ciertas características. Con la brisa, la flama titubeará. Cuando le cae agua, va a chisporrotear haciendo un ruidito. Si hay impurezas en el aceite, va a producir humo. También emana calor; si se la toca, quema. Y, dependiendo del tipo de aceite y del flujo de aire, la flama tendrá cierta coloratura. La flama posee todas estas características, pero no tienen relación con el fulgor que de ella emana.

El fulgor posee una sola característica, y es que envuelve todo lo que toca con su destello. La flama tiene ciertos atributos, pero el fulgor del atma sólo tiene uno: iluminar y retirar la oscuridad. La luz inmortal del atma baña por igual a las personas. Es una cualidad integradora. Mas, la flama de la vida exhibirá cantidad de cualidades individuales. Ello va a generar cantidad de problemas.

Los tres tipos de acción

Existen tres tipos de actividades de acuerdo con los distintos aspectos de la flama de la vida. Están las acciones comunes que llevan a resultados comunes, los cuales a su vez darán lugar a más acciones y así sucesivamente, sin fin. Esto es como la vela que se consume normalmente un momento y al otro chisporrotea, o que destella distintos colores a diversas temperaturas.

Están también las buenas acciones que siempre dan buenos resultados. Son como la flama inmutable que brilla firmemente y sin titubeo. Corresponde a las actividades mediante las cuales cumplen correctamente con su deber mundano, empeñado en buenas causas, prácticas devocionales, etc. Todas ellas son buenas acciones, pero acompañándolas habrá un claro interés de obtener resultados. En los Vedas se dice que incluso las más excelsas acciones realizadas con interés no los llevarán más allá del cielo. No se vayan con la impresión de que los cielos les concederán la inmortalidad; una vez que el mérito de sus acciones se agote, tendrán que regresar a la tierra. Así que el segundo tipo de acción a la larga también perpetúa el ciclo de nacimientos y muertes.

Por último, hay acciones que no tienen que ver con las características de la flama. Este tercer tipo de actividad es refulgencia pura, luz átmica. En ellas no hay ningún interés en el resultado. Ellas emanan de su naturaleza interna, su verdad más profunda que es divina. Aquí realizan todas sus acciones como ofrenda a la divinidad, reconociendo que la divinidad está en cada ser. Estos actos se consideran yoga y su práctica es karma yoga. La acción es pura pues no hay apego ninguno a las consecuencias.

 

Dense cuenta de que cuando hay interés en los frutos, su rédito pronto se agota y nuevas acciones deben de ser emprendidas una y otra vez en ciclos sin fin. Tomen por ejemplo un miembro del congreso que se postula. Si gana la elección, formará parte del congreso por cinco años. A medida que corre el tiempo, su puesto público expira y al término de cinco años regresa a casa. De manera semejante, los méritos que acumulan con sus acciones pueden compararse a este plazo de duración limitada. Al término del periodo tienen que volver a nacer.

Mientras duran los méritos acumulados disfrutan del cielo, pero en cuando se consumen tienen que descender a un nuevo nacimiento. Cuando Krsna le dictó su doctrina a Arjuna, le dijo: "En lugar de aspirar a resultados temporales de acción, lo que te mantiene atado al ciclo de nacimiento y muerte, aspira a la realización de tu divinidad suprema que es tu propio yo. Cuando sepas que la divinidad es el ser inmortal de todos y actúas en consecuencia, tus acciones estarán acordes con la voluntad divina y serán sagradas. Entonces no tendrás que volver a nacer. Pero en cambio, si tus acciones buscan los resultados, los que a su vez te conducen de vida en vida, y te perpetúas en el ir y venir, ¿cuándo podrías entonces alcanzar tu meta divina?". He aquí una historia para ejemplificar.

Aspiren al nivel supremo y jamás retrocedan

Un ladrón irredento fue atrapado cuando estaba robando y puesto en prisión. La corte dictaminó encerrarlo por seis meses. Pasó el tiempo y llegó el momento de volverlo a liberar. El carcelero le anunció: "Mañana en la tarde completarás tu castigo y habrás cumplido tu sentencia. Podrás prepararte para irte de aquí. Recoge todas tus pertenencias en la administración y disponte a salir". El ladrón no quedó ni fascinado ni a disgusto al oír esto. Permaneció indiferente porque sabía lo que iba a suceder. Nada más dijo: "Que las cosas se queden aquí".

El carcelero le preguntó "¿No quieres llevarte tus cosas?" A lo que el ladrón respondió "No tiene caso que me las lleve. En uno o dos días estaré de regreso. Antes de lo que creen me verán aquí de vuelta. ¿Para qué me las llevo?" El ladrón sabía que iba a volver a robar, que sería atrapado y castigado nuevamente y, con certeza, volvería a caer en prisión.

Sus acciones pueden compararse a las de este ladrón. Hacen cosas en la vida terrenal. Al tiempo deciden hacer puras cosas buenas, y obtienen resultados positivos. Se van al cielo. Cuando expira su tiempo regresan a la tierra. Krsna expresó: "El proceso de subir y bajar no es cosa buena". Fue cuando le dio las enseñanzas sagradas a Arjuna para que éste buscara la verdad eterna y se quedara en ella. Una vez establecidos en el lugar permanente, establecidos en su ser inmortal, las acciones no podrán atarlos, ni habrá necesidad de que regresen. Se habrán establecido en la dicha permanente del atora. Las alegrías terrenales y celestiales no son sino pequeños átomos, comparados al estado permanente de exaltación.

martes, 14 de enero de 2025

MENSAJE DE AÑO NUEVO 2025 DE SRI MADHUSUDAN SAI "SE DIVINO HAZ LO DIVINO"

Esta mañana, mientras el sol se alzaba al cielo en el este, atravesando la oscuridad y disolviendo la niebla y haciendo que todo sea visible de nuevo, recordé estas palabras del Isavasya Upanishad, con las que el rishi reza al dios Sol.

Hiramayena pātrea
satyasyāpihitam mukham
tat tva
ann apāvṛṇu
satyadharmāya d
ṛṣṭaye.

"La verdad de mi propia divinidad está oculta como si estuviera en un recipiente de oro (representado simbólicamente por el sol), y sobre él se ha colocado la tapa de la ignorancia y de la oscuridad. Que el Señor afloje esa tapa de la ignorancia, y me revele hoy la Verdad, considerando que he vivido una vida de verdad y dharma. Que yo merezca la benevolencia del Señor y la Verdad pueda serme revelada". Esta es la plegaria del rishi.

Cada amanecer nos recuerda esta gran verdad: que el conocimiento, la sabiduría de nuestro propio Yo Mismo es la única manera de librarnos de la oscuridad de la ignorancia de nuestra propia individualidad, de nuestra personalidad. Ella nos sujeta a nuestra limitación y no nos permite disfrutar de nuestra infinitud.

En todos los tiempos, el sol sale cada día. Es simplemente un recordatorio de aquello por lo que debemos rezar, lo que debemos buscar, lo que debemos pedir. En un Año Nuevo como este, cuando el mundo entero celebra un nuevo comienzo, el amanecer tiene un significado mucho más importante y profundo, porque podemos rogar que durante todo el año podamos ver la verdad que está oculta en nuestro interior y podamos tomar consciencia de esa verdad por la gracia de la Divinidad y por nuestro intenso esfuerzo, para que podamos vivir nuestras vidas de acuerdo a nuestra divinidad.

Los Upanishads dicen: "Sathyam vada, dharmam chara". Bhagavan dijo en tono liviano, pero a veces en un tono muy serio, que en lugar de seguir "sathyam vada", que es buscar la verdad, y "dharmam chara", que es seguir el dharma, la gente está siguiendo "sathyam vadha", que es matar la verdad, y "dharmam kshara", que es destruir el dharma.

Son lamentables los caminos de la gente mundana, porque solo buscan la gratificación instantánea y temporaria, en lugar de la dicha permanente del Uno Mismo, y por lo tanto no siguen el mandamiento de nuestros Upanishads. Pero este año, que también señala el aniversario 100, y estará provisto de numerosas celebraciones durante muchos días, podemos preguntarnos qué es lo que buscamos en este mundo, especialmente después de haber conocido a Bhagawan, después de haber conocido los Upanishads, después de haber conocido la sabiduría de nuestros Vedas, ¿cuál debe ser nuestra resolución en este día de Año Nuevo? En mi opinión, la mejor resolución que podemos tomar es vivir de acuerdo a nuestra divinidad, que estaba representada y

simbolizada por Bhagawan.

¿Qué busca el Gurú como recompensa de sus discípulos, por todo lo que él o ella hace? Simplemente, obediencia a sus palabras e intensos esfuerzos por tomar consciencia de la verdad de su sabiduría. Nada más y nada menos. Nosotros, como discípulos, podríamos interpretarlo a nuestro modo, debido a nuestra limitada comprensión, pero lo que desea el Gurú es que comprendamos nuestra realidad suprema: que somos divinos, y que vivamos de acuerdo con esto.


Sathya es una palabra muy profunda. No es solo relatar los hechos tales como los vemos. "Soy hombre o mujer, soy un muchacho o una chica, rico o pobre, etc". Eso es simplemente un hecho. Eso no es sathyam, eso se llama nijam. Es lo que es, es un hecho. Pero la Verdad de la que hablamos ahora tiene un significado mucho más profundo. La Verdad no es fácil de comprender, porque tomar consciencia de ella requiere cierta cantidad de sadhana, y una búsqueda dedicada. Lo logran aquellos que son shraddavan. Shraddavan labathe jnanam: aquellos que ponen mucho empeño en su esfuerzo son los únicos que llegan a la Verdad, la verdad de que todos y todas las cosas son divinos.

Esa Verdad es algo por lo cual tenemos que esforzarnos este año; este es mi llamado. Cuando tomemos consciencia de que somos divinos, ¿cómo debería ser nuestro estilo de vida? ¿Cómo debemos comportarnos? ¿Cómo tratarnos unos a otros? ¿Cómo tratar a todo? ¡Lo haremos de modo divino! Porque no hay otro modo. Cuando sé que soy divino haré todo lo que es divino.

Para mí, sathyam vada significa "sé divino", y dharmam chara es "haz lo divino". Luego, el mantra para este año es: "Sé divino; haz lo divino". Recuérdense a sí mismos todo el tiempo, que estamos aquí solo para hacer estas dos cosas.

Sean divinos, es decir, cada vez que un pensamiento, una palabra o una acción se desvíe de la idea de la Divinidad, que resulte contaminada por nuestro propio egoísmo, individualidad o personalidad, hagan esfuerzos, intensos esfuerzos por corregir eso allí mismo y en ese instante. No avancen demasiado tiempo por un camino equivocado; si tuvieran que desandarlo sería un desperdicio de tiempo y energía. Allí y en ese momento, abandonen la búsqueda del egoísmo, y piensen como pensaría Dios, como pensaría la Divinidad. Sean divinos.

Y hagan lo divino. Cuando estén completamente absortos en esta idea de que no son ninguna otra cosa sino la Divinidad, cada palabra y cada acción que ocurra a partir de entonces será de naturaleza divina. No puede ser de otra manera.

Cómo piensan, cómo hablan, cómo actúan, todo será tal como Dios piensa, habla y actúa. La idea, el conocimiento de "soy divino y estoy siguiendo la verdad de que soy divino", es la única manera de ofrendar nuestra gratitud al Maestro. No hay ninguna otra manera. Este debe ser nuestro esfuerzo.

En un cumpleaños, por lo general hacemos obsequios a la persona que cumple años; es una tradición. ¿Qué obsequio se puede dar? Once meses de intenso esfuerzo siendo divinos y actuando como divinos, sería el obsequio que pueden dar el 23 de noviembre.

Este año está dedicado a tomar este mensaje muy en serio. Habrá dificultades, desafíos, habrá buenos días y malos días, habrá días divinos y días no tan divinos. Pero está todo bien mientras nos esforcemos sinceramente en buscar esto. Si no nos esforzamos y esperamos que esto nos caiga en las manos sin esfuerzo, pienso que estaríamos haciendo una injusticia a la oportunidad de haber aprendido todas las cosas buenas en la presencia del Maestro.

Alguien preguntó una vez "¿Cómo puedo ayudarte, Swami?". La respuesta fue: "Conviértete en Mí. La única manera en que puedes ayudarme es convirtiéndote en Mí. Porque cualquier cosa que sea menos que Yo no será perfecta, y no puedes hacer un trabajo perfecto con instrumentos imperfectos. La falla en el instrumento se reflejará en el trabajo del Maestro. Se requieren las dos cosas. La única manera de ayudarme es convertirte en Mí".


Ahora tienen que pensar y comprender qué significa "convertirse en Mí". Se trata de llegar a ser absolutamente desinteresados, absolutamente divinos. Tenemos vasanas que traemos al nacer; los hábitos de muchas vidas previas forman tendencias, que se han solidificado en nuestra personalidad. Y esta es la materia sobre la que los maestros trabajan, como escultores. En esto tenemos que colaborar, entregándonos a las manos del escultor. La roca que se somete voluntariamente se convierte en el ídolo de Dios, se convierte en otro Dios. La que no se somete sigue siendo un trozo de roca.

El esfuerzo se debe aplicar a la entrega de nuestra mente a Dios, como primer paso. El primer paso en el camino espiritual es entregar la mente. La mente está habituada a hacer todo lo que es egocéntrico. Piensa en sí misma antes que nada. Una mente que no tiene la voluntad de obedecer al maestro, de entregarse, primero debe ser entrenada y domesticada, para comenzar el viaje espiritual. Cuando hacen arrancar un auto, observan si tiene combustible, si los neumáticos tienen suficiente aire y todo está en orden; solo después de esto comienzan un viaje.

De la misma manera, la mente es la razón por la que podemos llegar a Dios o no llegar a Dios. Mana eva manushyanam karanam bandha mokshayo, dice esta máxima. La mente es la razón por la cual uno logra la libertad o sigue esclavizado. Ninguna otra razón. ¿Y qué es la mente? El conjunto de todas nuestras ideas, pensamientos, emociones, recuerdos, conceptos, todo eso junto es simplemente la mente.

Numerosas vidas con cierto estilo de vida han creado esta mente que ahora poseemos. Si no está sintonizada con la Divinidad, necesita mucho esfuerzo para ponerla a punto. Este intenso esfuerzo es el que debemos hacer.

¿Saben con qué crece la mente? Es como el fuego. Tiene deseos propios, y estos son en general egocéntricos. Así es una mala mente. Cuanto más se alimenta el fuego con combustible, más arde, más exige. Cada vez que ustedes satisfacen un bajo deseo o un deseo egoísta, la mente se hace más fuerte, no disminuye. Se hace más fuerte cada vez.

La única manera correcta de actuar es no satisfacer esos deseos que no están de acuerdo con la Divinidad. Cada vez que hacemos un esfuerzo por negarle a la mente lo que pide, esos deseos que no son divinos, podemos tomar el control de nuestra personalidad, nuestro carácter, y podemos ejercer algún sentido de control sobre nuestro destino. Y ese es el primer esfuerzo en el camino espiritual.

Por eso, cuando Narasimha Murthy dijo que podemos llegar a ser divinos aquí y ahora, ¿cómo hacerlo?

Yada sarve pramucyante
kama ye 'sya hridi sthitah
atha martyo 'mrto bhavaty
atra brahma samasnute.

Esto es lo que él dijo, del Kathopanishad. Esta es la esencia y la conclusión del Kathopanishad, cuando Yama Dharmaraja dice al joven buscador Nachiketa que el día en que sus deseos hayan desaparecido, cuando no haya más deseos en su corazón, allí y entonces, él se convertiría en divino, tomaría consciencia del Uno Mismo.


¿Qué tipo de deseos? Yama no dice "no comas aunque tengas hambre", tampoco "no uses ropas cuando tengas frío", tampoco "no tengas casa ni familia". No. No esos deseos. Deseos que sean codiciosos, deseos que sean egoístas. No se trata de la supervivencia, sino de más que eso. Esos son los deseos que ustedes tienen que discernir, y de los cuales deben desprenderse. Ese esfuerzo tienen que hacerlo todos.

Si hacen ese esfuerzo, verán que el progreso se acelera a partir de entonces. Ser divino es pensar en los demás antes que en uno mismo. La mente egoísta no permite esto. Siempre piensa en sí misma antes que en los demás. ¿Qué tienen que hacer ustedes para comenzar a ser divinos? Inviertan el modo en que trabaja la mente. Piensen en los demás antes que en ustedes mismos. Si piensan en los demás antes que en ustedes mismos, están pensando de modo divino. Este es el primer paso práctico con el cual empezar.

Ustedes tienen muchas cosas. Todos tienen que compartir. Ustedes deben estar dispuestos a compartir, en primer lugar. Si hay que hacer un sacrificio en bien del grupo en que ustedes estén, ustedes deben ser los primeros en aprovechar la oportunidad de hacer ese sacrificio. Si algo no es suficiente, ustedes deben ser los primeros en estar dispuestos a renunciar a ello, para que otro pueda tenerlo.

Ponerse a ustedes mismos al final, como en "JOY": primero Jesús, después los demás, y en último lugar ustedes. 1 Ponerse a ustedes mismos al final y a todos los demás antes, es el comienzo de su viaje espiritual, es el comienzo de ser divinos.

Podría ser en una familia, podría ser ser su esposo, esposa, hijos, y demás parientes. Podrían ser sus amigos, podría ser su comunidad, podría ser su oficina, sus colegas, podrían ser las personas en su satsang. Cualquiera. En toda ocasión piensen en los demás antes que en ustedes mismos.

Podrán domesticar a la mente, entrenarla para que piense de modo divino. Cada vez que lo hacen, la mente mejora en esto, lo hace mejor, por la práctica. Como un músculo que se usa a menudo. Las personas diestras tienen mejor control sobre su mano derecha, y las personas zurdas tiene mejor control sobre su mano izquierda, porque la usan más que la otra.

Es así de simple. Si utilizan esta idea todas las veces, pensando en los demás antes que en ustedes mismos, su mente se irá haciendo más divina y se irá purificando. Y este es el comienzo del viaje. Cuando la mente comienza a pensar de modo divino, todas las acciones siguen a la mente. Todas las acciones son consecuentes al modo en que funciona la mente.

Una mente pura solo se dedica a acciones puras. Una mente desinteresada se dedica siempre a acciones desinteresadas. No hay otro camino. La fuente de todas las acciones está en la mente. Por eso, es importante entrenar a la mente. ¿Y cuál es el entrenamiento de la mente? No les pido que se aprendan de memoria todas las Escrituras. Eso podría ser parte de un programa, o podrían hacerlo por curiosidad o para adquirir conocimientos. Pero no va a ayudar.

Kabirdas dice: "Todo el mundo está interesado en tragarse toda clase de Escrituras y probar sus capacidades académicas ante el mundo, sin llegar nunca a la Verdad. Pero aquel que comprendió estas dos letras y media en hindi, "Prem", o las cuatro letras, "Amor", ha comprendido la esencia

1Juego de palabras en inglés. "JOY" (alegría), sus iniciales son "J" por Jesús, "O" por "others" (otros), "Y" por "you", (ustedes).


de todas las Escrituras". Esa persona ya no necesita leer ni aprender nada más, porque han aprendido la esencia de todo.

El amor es pensar en los demás antes que en uno mismo. Ese amor es lo que hace divina a nuestra mente, y es la esencia de todo. Pero requiere esfuerzos. No es fácil entrenar a la mente para que piense todo el tiempo de modo desinteresado, porque se preocupa por su propia existencia, su propia protección, su propia seguridad, su propio futuro. Siempre piensa en sí misma.

Si ustedes pudieran tomar prestado un poco de mi vida, tomen esto: he pensado solo en los demás, antes de mí mismo, y nunca enfrenté una situación en la que tuviera que arrepentirme de esta decisión. Cada vez que alguien tenía una necesidad, siempre lo que teníamos iba para esa necesidad, no para nosotros. Y nunca, nunca me apegué a esas cosas, porque creí que Bhagawan estaba allí, Brahman estaba allí.

Todos somos títeres en esta gran obra teatral divina. El titiritero está allí sentado haciéndonos bailar y cantar a todos. Si nos entregamos a esa Voluntad, Él cuidará de Sí Mismo. Cuidará de todos nosotros, y hay suficiente para todos. Dios tiene lo suficiente para todos. Ustedes no tienen que preocuparse, no tienen nada que temer.

Esto es un entrenamiento. La mente no aprende, hay que enseñarle. No aprende por sí misma. No crean que por estar aquí sentados en este ashram, viniendo al Satsang día por medio y permaneciendo en este lugar, de algún modo su mente se purificará y llegarán a ser divinos. No, no sucederá. Si Yo fuera al menos un poco más considerado, un gurú más amable, probablemente habría dicho alguna mentira piadosa. Pero en el día de Año Nuevo, es mejor que no diga una mentira, mientras digo Sathyam Vada.

Ustedes tienen que hacer el esfuerzo. La Presencia está, la gracia divina está. Pero para utilizar la gracia, ustedes tienen que hacer el esfuerzo. Esperar que el gurú les ponga la mano sobre la cabeza y con eso tomen consciencia de sí mismos, eso no va a ocurrir. Cuando ando entre la gente, suele ocurrir que toman mi mano y se la ponen ellos mismos sobre la cabeza, asumiendo que son bendecidos.

O cuando voy caminando, simplemente ponen la cabeza sobre mis pies y asumen que han recibido la bendición. Tal vez se sientan bendecidos, pero Yo no pienso que los he bendecido. Tiene que provenir de Mí, del interior. Y hay personas que no piden nada, y la mano se extiende por sí misma para alcanzarlos. ¿Por qué? Porque hay un anhelo sincero, que atrajo la atención del Maestro.

Esto es verdad para todos, en todas partes. La sinceridad de ustedes es directamente proporcional a su progreso espiritual. ¿Y cuál es su sinceridad? Poner siempre a los demás antes que a sí mismos. Traten de pensar siempre qué pueden obtener los demás, o qué pueden hacer por los demás antes de pensar en sí mismos.

Y verán que ocurren milagros a cada paso. Verán que ocurren cosas sobrenaturales a cada paso. Sorpresas en cada recodo. Porque Dios espera allí para cuidarlos. ¿Por qué, porque ustedes han cuidado a los demás sin preocuparse por sí mismos. Ahora es responsabilidad de Dios cuidarlos a ustedes.

Les dire que cuando pude cuidarme a mí mismo no fui capaz de cuidarme demasiado bien. Cuando Dios me cuida, me cuida mucho mejor. No tengo ninguna queja. Y si ustedes también se entregan,


y sueltan, y dejan que Dios se haga cargo, vivirán una vida mucho mejor, mucho más feliz, mucho más fácil. Una vida que es muy liviana, muy libre.

Permítanse hacerlo. La única persona o la única cosa que se interpondrá en el camino de que lo hagan, es su propia mente, la cual está llena de sus propias ideas, rasgos de personalidad, vasanas y samsaras de numerosas vidas previas. Eso es lo único que se interpondrá en el camino.

Cada vez que la mente presenta una pregunta, una duda o una sospecha ante lo que ustedes estén tratando de hacer, aprendan a tener una conversación y decirle a la mente: "Cállate, tú no sabes. Solo conoces un lado de la historia. No has visto la asombrosa gracia de Dios, lo que Dios puede hacer. Esta vez, déjame seguir este camino. Durante muchas vidas he seguido solo tus caprichos. Para esta vida, por este año, por este día, por este momento, seguiré mi corazón, que dice simplemente 'abandona esa búsqueda de yogakshema, es decir autopreservación, autoprotección, abandona esa idea'". Pueden permitirse entregarse a la Divinidad y ver qué pasa.

Guiándonos por la experiencia de muchísimos grandes personajes —nuestras Escrituras están repletas de historias de tales devotos entregados— estoy segurísimo de que ninguno de nosotros lo lamentará después. Porque serán cuidados mucho mejor, por la Divinidad.

Esa entrega, esa capacidad de poner a los demás antes que ustedes mismos, es ser divinos. ¿Qué es "hacer lo divino"? Toda acción que sigue a esta idea. Si van a compartir, es compartir. Si van a sacrificar, es sacrificar. Si van a abandonar algo, es abandonarlo. Cualquier cosa que hagan por ser divinos, sin apegos y sin miedo, háganla.

Esa es la única manera en que podemos celebrar la vida y el legado de Bhagawan Sri Sathya Sai Baba. En 2010, o más probablemente en 2011, fue el primer encuentro que tuve, cuando Él lo pidió todo de mí, sin dejar nada para mí. No lo comprendí al principio, cuando Él dijo: "No quiero nada, solo te quiero a Ti". Pensé que "a ti" significaba "tienes que estar disponible tres horas por día para hacer alguna actividad de servicio, y el resto del día es para ti".

Un día, vino uno de los estudiantes, de la promoción siguiente a la mía. En esa época Bhagawan hablaba, y naturalmente respondía muchas preguntas de aquellos que dudaban de la autenticidad de Su presencia, que venían en abundancia, porque querían poner a prueba y verificar si todo esto era verdad o algo imaginario.

Él visitante preguntó: "Muy bien, ¿por qué Tú lo elegiste a él y no a mí, para hacer lo que tienes que hacer? ¿Qué tiene él de especial?" La respuesta fue muy práctica y simple. La respuesta fue: "Él hace Mi trabajo todo el día, y en medio, a veces, cuando puede, hace su trabajo. Tú haces tu trabajo todo el día, y en medio, si tienes tiempo, haces Mi trabajo. Es por eso que lo elijo a él y no a ti". Muy práctico, ¿verdad?

Estamos aquí para hacer todo el día el trabajo de Dios, y si tenemos tiempo en medio para nuestros requerimientos personales, nos ocupamos de ellos. Si no tenemos tiempo, saltamos esa parte. Pero en general ¿cómo trabajamos? Hacemos todo el día nuestro trabajo, para nuestro beneficio egoico, y si encontramos unos momentos por aquí y por allá, decidimos utilizarlos para Dios, y nos sentimos bien, creyendo que estamos viviendo una vida para Dios.

No es verdad. Dios es lo más astuto que hay en el planeta. No se puede ser más astuto que Dios. Él conoce las intenciones de ustedes. Él sabe lo que pasa dentro de ustedes, no solo lo de fuera.


Ningún exhibicionismo, ninguna demostración, ninguna simulación funciona frente a Dios. Porque Él conoce el interior, Él está aquí dentro.

Otra persona preguntó: "¿Cómo lo sabes todo de todos?". Él respondió: "Porque Yo soy todo de todos. Yo soy todo. Por eso lo sé todo. No hay otra manera". La Divinidad sabe lo que pasa dentro de nosotros. La Divinidad no se impresiona por ninguna exhibición que hagamos exteriormente. Él nos pone a prueba para comprobar si somos realmente sinceros en nuestra fe y entrega. No nos entrega nada así como así.

Esto no es algo imposible de hacer. Es posible para todos nosotros. Tal vez un poco más difícil para algunos y un poco más fácil para otros, en base al esfuerzo que hemos hecho en vidas previas, y en esta vida hasta el momento. Pero es factible. No es imposible. Esto es algo que quiero transmitir una y otra vez, más enfáticamente aún, porque con cada año que pasa estamos más cerca de nuestra tumba, y tenemos menos tiempo que el año pasado. Y si no estamos progresando lo suficiente, con seguridad estamos perdiendo el tiempo.

Todo lo que hagamos en este mundo que no nos acerque a Dios es una pérdida de tiempo, ¿verdad? ¿Por qué hacerlo? ¿Qué es lo que nos lleva a Dios? Pensar en los demás antes que en nosotros es el primer paso que comienza a llevarnos a Dios. Después el siguiente, y el siguiente, y el camino se revela a medida que caminamos.

¿Cuál debe ser nuestra plegaria en esta muy importante ocasión, especialmente considerando que este año es muy importante? Como dijo recién Narasimha Murthy, si ustedes hubieran nacido hace 100 o 200 años, no sería lo mismo que estar hoy aquí y ahora. Esta oportunidad se nos da, y tenemos que hacer el mejor uso posible de esta oportunidad. Y el mejor uso posible es ser divinos.

Después, hacer lo divino, y vivir una vida entera de divinidad. Este es el mejor uso de laoportunidad. Cualquier cosa inferior a esta, como por ejemplo: "Quisiera vivir unos días como la Divinidad", o "quisiera vivir medio día como la Divinidad", "que la otra mitad de mí mismo viva como la Divinidad", nada de eso es el mejor uso de esta oportunidad. Eso es todo lo que puedo decir.

¿Significa esto un futuro en el que no hay ninguna alegría, ninguna comodidad ni cosas útiles? ¡No, de ninguna manera! Cualquier cosa que ustedes necesiten, la tendrán. Lo que deseen, eso no lo tendrán. Esto es lo único que hace Dios. Se asegura de que tengan lo que necesitan. Lo que necesitan de verdad. ¿Qué necesidades? Las que los ayudan a crecer espiritualmente.

Esto significa que su cuerpo tiene que estar intacto, sus alimentos, sus medicamentos, vestimenta, alojamiento, todos los requerimientos serán proporcionados. Su crecimiento intelectual, emocional y social será atendido, en tanto no se convierta en una ambición tóxica. Será atendido, no se preocupen por eso. Y sobre todo, su evolución espiritual será atendida. Eso es todo lo que Dios quiere, nada más.

Este año, hagamos un sincero esfuerzo. Estoy seguro de que todos están haciendo un esfuerzo. Un poco más de esfuerzo. Si hubiéramos hecho el esfuerzo suficiente, todos los que estamos aquí seríamos divinos. Yo no estaría en este lado del escenario, ni ustedes estarían sentados del otro lado.


Pero eso no ha ocurrido, y por eso hay todo esto. Esto puede ser cambiado este año. Es un año muy bendecido. Y depende de nosotros cómo usemos estas bendiciones. Permítanse entregarse. No se interpongan en el camino de su propia entrega. En este momento, después de este discurso, estoy seguro que muchos de ustedes tomarán una resolución. Todos los que han resuelto bajar de peso, o aumentar de peso, o cosas por el estilo —esa es una resolución diferente, que puede o no durar una semana— pero al menos después de este inspirador discurso, piensen: "No, a partir de hoy viviré para los demás y pensaré en los demás antes que en mí mismo".

No rompan la resolución para cuando lleguen a su alojamiento, mirando sus teléfonos, o hablando con alguien y preocupándose por todo. No rompan la resolución, eso es todo lo que trato de decir. Manténganla. Trabajen en ella. Y verán que ocurren milagros a cada paso. Es maravilloso ser cuidados por la Divinidad. Les diré que es lo más maravilloso.

De lo contrario, ¿por qué Navakoti Narayana, es decir Purandara Dasa, lo entregaría todo y además se sentiría feliz de mendigar comida en la calle, cantando la gloria de Dios? ¿Cómo será esa alegría? Debe tener algo de locura. Debe ser más embriagadora que todo lo mundano. De lo contrario, ¿cómo alguien entregaría el mundo a cambio de esa alegría?

Parecería una vida llena de penurias, mendicidad y privaciones. ¡No! Es algo más divino, más agradable, más dichoso que cualquier otra cosa. Yo soy una prueba viviente. Puedo decirlo en cualquier cantidad de mundos, cualquier cantidad de veces: disfruto más de mi vida, simplemente porque hago cosas por los demás. Como recompensa, Dios nos cuida, y nos cuida muy bien.

Pero lleva tiempo. Yo también tuve problemas para lidiar con estas situaciones, cuando sienten que están perdiendo el control y todo se les está escapando de las manos, como un puñado de arena. Se sienten asustados, se sienten desmoralizados, desprotegidos. Tienen mucho miedo. Puede pasarnos también a nosotros.

Pero esos son los tiempos en que tienen que volver atrás, tienen que escuchar este discurso, y hablar con las personas que están recorriendo este camino, y aprender de su experiencia. Sí, es una montaña rusa, pero finalmente nos lleva a destino. Disfruten del recorrido, de cómo va y cómo viene.

Esta es la clase de vida que pienso todos deben vivir. Sea quien sea: un estudiante, un miembro del personal, un profesor, un devoto, un seguidor, un huésped. Todos, háganse un poco más desinteresados este año, más divinos este año. Creo que hemos honrado al Maestro. De lo contrario, las celebraciones son vacías, los festivales no tienen sentido, todas estas ocasiones son infructuosas, si no hemos cambiado por dentro.

Todos están cambiando, puedo verlo. Pero existe la posibilidad de que den un paso adelante y otro atrás, como dice el canto. Pero en este Año Nuevo estemos muy bien parados. Solo avanzaremos, nunca iremos hacia atrás. Si fuera necesario, haremos una pausa, nos pondremos de pie y esperaremos hasta ganar nueva fuerza y valor, pero seguiremos avanzando, no retrocederemos.

Que este sea nuestro estilo de vida. Que este Año Nuevo traiga prosperidad, paz, felicidad y armonía a todo el mundo. Pero esto no se puede lograr solo con plegarias. Puede hacerse solo mediante el sacrificio. Thyagenaike amrutatu manashu: "Solo con el sacrificio podemos lograr la inmortalidad".


¿Cuál es el sacrificio que debemos hacer? Esta idea de la mente, que se interpone en el camino de nuestro altruismo. Eso es lo que tiene que ser sacrificado. Retengan el resto de la mente. La mente es necesaria para vivir en el mundo, pero se necesita una buena mente, una mente pura. Se necesita una mente desinteresada. Entonces, no tendrán más miedo.

Es posible desarrollar esta clase de mente, si nos ponemos a la tarea, somos sinceros, y si estamos comprometidos con nuestro propia elevación espiritual. Ser divinos, lo repito una vez más, significa poner a los demás antes que uno mismo. Cueste lo que cueste. Cueste lo que cueste. Pensar siempre en los demás antes que en uno mismo es el comienzo de ser divino, y todo lo que sigue después de eso es ser divinos.

Una vez, un chico preguntó a Bhagawan: "¿Dices siempre la verdad? Porque dices que digamos la Verdad. ¿Sigues siempre el Dharma, o hay situaciones en las que tienes que desviarte?". La respuesta fue: "No digo la verdad, no sigo el dharma. Todo lo que digo es la verdad y todo lo que hago es el dharma". Porque nace del amor puro.

A veces, hay un médico allí en la sala de emergencias, y un paciente está en una situación irrecuperable. ¿Qué decirle a un paciente que aún abriga alguna esperanza? Le dicen: "No te preocupes, está Dios, y los milagros ocurren, las cosas pueden mejorar". ¿Está mintiendo el médico al paciente? Médicamente, tal vez. Pero espiritualmente no. Está haciendo dharma. Bhagawan hacía esa clase de dharma, para muchísima gente.

Algunos comprendían mal esto, y citaban equivocadamente sus palabras: "No, no, Él dijo tal cosa y no ocurrió". "Hizo eso y no era lo correcto". Porque la vara de medida era muy mundana, muy inadecuada, muy limitada para medir la extensión de Su divinidad, su Dharma y su Sathya.

Habiéndonos encontrado en la vida con alguien así, habiéndonos cruzado con él a mitad de la corriente, como Él suele decir, ¿podemos permitirnos ser nuestros antiguos y egoístas "yo"? ¿Y así y todo celebrar Su cumpleaños? ¿Con qué cara? ¿Con qué cara van a celebrar Su cumpleaños? Si no hicieron ningún esfuerzo por ser como Él.

¿Qué voy a pensar de una persona así, que simula ser devota? Eso no es devoción, en absoluto. Bailar, cantar, poner guirnaldas, hacer ruido acerca del cumpleaños, discursos, etc., no es la manera adecuada de celebrarlo. Él se siente muy feliz cuando silenciosamente, en nuestro corazón, somos realmente, realmente Sus discípulos, al ir sobre Sus huellas de Sathya y Dharma. Y, como dije, ambas cosas nacen en un corazón puro. En amor puro.

Si tienen amor puro por Dios, el dharma será su segunda naturaleza, no tendrán que hacer ningún esfuerzo. Como Él, lo que digan será Sathya, lo que hagan será Dharma. Porque todo es motivado por ese puro amor.

Este es el método. Ser divinos es ser puros, es ser amorosos, es ser desinteresados, es poner a los demás antes que ustedes mismos. Hacer lo divino es hacer todo lo que esté a su alcance para mejorar la vida de todos, para ayudar a todos a alcanzar a Dios rápidamente.

Estoy seguro de que esto se puede hacer aquí. Como se suele decir: "Si no somos nosotros, ¿quién? Si no es aquí, ¿dónde? Si no es ahora, ¿cuándo? Si no es así, ¿cómo?". Esta es nuestra oportunidad; aprovechémosla. Hagamos el trabajo lo mejor posible. Tienen 11 buenos meses por delante. Un poco menos de 11 meses, antes del 23 de noviembre.


Si pueden regalarse a sí mismos, como el mejor regalo a Dios, diciendo "caminé sobre Tus huellas, hice mi esfuerzo sincero, no me faltó sinceridad. Si no logré el éxito, al menos tengo la satisfacción de haber hecho lo mejor que podía por caminar sobre Tus huellas", entonces podemos celebrar el cumpleaños en el sentido más auténtico.

Esto es todo lo que pido a todas las personas que están aquí en la sala, o que ven la transmisión en vivo, los que pueden verlo en todo el mundo. Una vez más, recuérdense a sí mismos que el mejor obsequio a Swami son ustedes mismos. ¿Y qué tipo de ustedes? Ustedes que son como Swami, que son iguales a Swami, porque han llegado a ser puros en su corazón. Todo lo que hacen es divino, todo lo que piensan es divino, todo lo que dicen es divino, todo lo que sienten es divino. Ese es el mejor obsequio que podemos ofrecer.

Trabajemos para hacernos el mejor regalo para Dios, en este Año Nuevo especial. Que todos los buscadores sinceros tengan las bendiciones de Bhagawan y las bendiciones del Gurú. Que lleguemos a nuestro punto de destino, el de ser divinos y hacer lo divino. Que este año traiga la felicidad a todas las personas en todo el mundo. Que el mundo sea un lugar mejor para todos este año, por nuestros sinceros esfuerzos. Por la gracia de Bhagawan, con estas palabras de bendición concluyo.

Esta tarde regresaré, hay un recital de danza a cargo de nuestros estudiantes que acaban de regresar de Chennai después del Festival Margazhi. Creo que fueron apreciados por su esfuerzo, al presentar sus programas en Chennai por Margazhi primera vez. Fue su primera experiencia, y pienso que fueron bien recibidos por el público de allá. Por eso, quiero felicitarlos y espero verlos esta tarde.

Hasta entonces, regresen y sigan repitiendo interiormente, cuál es el mantra para este año: "Sean divinos; hagan lo divino". En todo, sean divinos y hagan lo divino. Ahora es su turno. Les he dado lo que tenía que darles. Les toca a ustedes seguirlo, pero siempre tienen las bendiciones. Las bendiciones nunca faltan. En qué medida las utilizan, depende de su esfuerzo. Hagan esfuerzos sinceros, y lo lograrán.



AUDIO DISCURSO DE AÑO NUEVO 2025  DE SRI MADHUSUDAN SAI "SE DIVINO HAZ LO DIVINO"