SATHYA SAI ANANDAM
SATHYA SAI ANANDAM: El GITA UN TORRENTE DE SABIDURÍA - CAPÍTULO XXIV

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jueves, 7 de noviembre de 2024

El GITA UN TORRENTE DE SABIDURÍA - CAPÍTULO XXIV

 

El GITA

UN TORRENTE DE SABIDURÍA

DIVINO DISCURSO

Bhagavan Sri Sathya Sai Baba

Prashanti Nilayam

CAPÍTULO XXIV

Darse uno cuenta de que se es solamente el testigo de todo lo que sucede constituye el secreto de la autorrealización. La realización del ser se efectúa cuando se alcanza el conocimiento de que yo soy la verdad de mí, o de que yo me he conocido a mí mismo, o de que todos son una sola Atma, o de que he experimentado que lo individual y lo universal no son distintos. Esto es lo que cada persona tiene que descubrir por sí misma; el mero ascetismo sin ese descubrimiento es tan sólo pérdida de tiempo y de energía. El hombre no es solamente un animal. Tiene en sí mismo la chispa de lo Divino y no debería permitir que se apagara.

¡Aún más! Aunque los sentidos estén funcionando, éstos se mueven sólo por la presencia del Atma. Cuando sale el Sol, los pájaros emprenden el vuelo, las flores se entreabren, la comunidad humana comienza sus diversas actividades. El Sol no se ocupa directamente de ninguno de estos actos en particular; es el impulsor y nada más. El Sol no es la causa; es el activador, el testigo, el que ve. Está por encima y más allá de todo esto. No se basa en el hombre o la bestia, en el ave o en la flor, ni está atado a ellos.

Las aves cruzan el Cielo, pero no dejan huella de su trayectoria. Así, tampoco importa cuántas impresiones sensoriales crucen el cielo interno del corazón, porque no debe permitirse que dejen ninguna impresión. El corazón no se afectará porque vuelen a través de él.

Pero el hombre ve solamente la superestructura de la construcción y no la base. En la guirnalda, nadie observa el hilo que mantiene juntas las flores; la existencia del hilo puede conocerse únicamente mediante la investigación y la inquisición. La base es el hilo; las flores dependen de él y cuelgan unidas como guirnalda en virtud de él.

Para comprender esto mejor, tomemos otro ejemplo. Las ollas, cacerolas, platos y cubetas están hechos todos de barro; pero, aunque hay barro en todos estos objetos, el barro es solamente barro. No es ni olla ni vasija ni plato ni cubeta. Así también en el Atma, que es la base, no hay ninguna característica de olla, vasija, plato o cubeta; sin embargo, el Atma existe en las cualidades o como la propia forma de estas (gunasvarupa).

Es el Atma que es confundida con las gunas, porque se la concibe como limitada y con nombre y forma. El Atma es la única realidad que persiste a través de todos los nombres y formas, como el barro es la única sustancia en todas las ollas y vasijas. Mediante esta clase de indagación, se fortalece la convicción de que la base y sustancia de todo es el Atma o el Conocedor (Parabrahman).


 

Entonces Arjuna preguntó a Krishna: ¿Es en verdad muy difícil conocer el Atma básica, esa realidad interna de todas las cosas? Está en todas partes, ¡pero en ninguna es visible! Es el meollo interno de todo, ¡pero ni siquiera puede hacerse contacto con él! ¿Cuál es la causa de este misterio?

Krishna replicó: ¡Arjuna! No has comprendido todavía. El Atma es más sutil que lo más sutil y por eso es difícil de conocer. Tú conoces los cinco elementos, ¿no es así? Tierra, agua, fuego, viento y éter. De éstos, cada elemento subsecuente es más sutil que el anterior. La tierra tiene cinco cualidades: sonido, tacto, forma, sabor y olor; el agua tiene todas éstas excepto el olor; el fuego tiene sólo tres: sonido, tacto y forma; el viento tiene solamente dos cualidades: sonido y tacto; y el último, el cielo o éter, tiene solamente sonido.

Esta es la razón por la cual cada uno de éstos es más sutil que el anterior y también más extensamente diseminado. El éter está por doquier, penetrando en y a través de todo porque tiene solamente una característica. ¡Cuánto más sutil ha de ser el Atma, que no tiene ninguna cualidad ni característica! ¡Imagina cuán inmanente y universal será! Aquellos que tienen mentalidad inclinada hacia lo objetivo no pueden captar este fenómeno; sólo aquellos que poseen una mente subjetiva pueden encontrar la solución.

La fe puede llegar solamente a aquellos que pueden razonar sobre estas cosas. Es una estocada fatal para los que ladran, en tiempo y fuera de tiempo, que Dios no puede estar inmanente en todo porque no puede ser percibido. No creen que Dios está por encima y más allá de las cualidades triviales con las que quieren medirlo.

Es una lástima, en verdad. Tienden a ser tan bajos como sus pensamientos. Esa es una ley inexorable. Dios está tan cerca de ti como tú de Él; si te mantienes alejado, Él también permanecerá alejado.

Hay en los Puranas algunos muy buenos ejemplos de esta verdad. Hiranyakasipu (el rey de los demonios) buscó a Dios en todas las cosas y llegó a la conclusión de que no estaba en ninguna parte. Prahlada, por otra parte, creía que podría encontrársele donde fuese buscado y, así, ¡Dios se le apareció adentro de un impenetrable y duro pilar de hierro! Prahlada estaba cerca de Dios, y por eso Dios estaba cerca de él.

La vaca lleva en la ubre la sagrada y sustentadora leche; pero, inconsciente de ello, ¡corre tras el agua en la que el arroz fue lavado! Así, el hombre tampoco advierte que el Señor está dentro de él como su propia Atma, ni hace esfuerzo alguno por descubrirlo a Él, que es su misma realidad, sino que, con sus imperfectos y engañosos sentidos, corre tras el muy inferior goce que obtiene de los objetos fugaces. ¡Qué ignorancia tan colosal!

Gozarse en la multiplicidad es ignorancia; visualizar la unidad es señal de sabiduría (jñana). Solamente aquellos que están muertos a la realidad (jñana savam) ven esto como muchos. Solamente los divinos (sivam) ven los aparentemente muchos como uno. Todo lo que se designa como Aquello que debe conocerse (jñeya), el Atma, el Conocedor y el Absoluto


 

Universal (Parabrahman) es ese uno. Esto se le enseñó a Arjuna para que pudiera experimentar la Bienaventuranza que se deriva de ello.

¡Lectores! Así como los ríos tienen al mar como meta, asimismo los individuos tienen a Brahman como la meta suya. La felicidad permanente no podrá nunca ser adquirida por el individuo consciente de los objetos materiales. La Liberación es la adquisición de la felicidad permanente; también se le llama el alcanzar a Brahman. La devoción fija y exclusiva por la Divinidad sólo puede venirle a quien no tenga ningún apego por la loca fantasmagoría de nombres y formas que suele llamarse mundo. Sólo así puede obtenerse el Conocimiento del Alma (Atmajñana). El mundo es el instrumento para lograr la renunciación; ésa es la razón de que sea tan tentador y traicionero. Aquel que ve al mundo como un instrumento para escapar de sus mismas garras es un verdadero vedantino.

Generalmente, la palabra urdhva se toma como significativa de arriba, alto, etc. Pero si al mundo se le considera como un árbol, entonces éste tiene las raíces en Brahman, es decir: ¡las raíces están hacia arriba y las ramas hacia abajo! Esto fue enseñado por Krishna a Arjuna de esta manera: 'El árbol del ciclo de nacimientos y muertes o de la vida es muy peculiar y distinto de los árboles del mundo. Los árboles que ves en el mundo tienen las ramas arriba y las raíces abajo. El árbol asvattha de la vida, en cambio, tiene las raíces arriba y las ramas abajo. Es un árbol invertido'.

Arjuna interrumpió con una pregunta. ¿Cómo se le dio el nombre de asvattha? Significa el baniano (Ficus religiosa), ¿no es así? ¿Por qué el árbol de la vida fue llamado así? ¿Por qué no fue designado con algún otro nombre? ¡Raro nombre para un árbol raro! Escucha. Asvattha significa impermanente (anithya), transitorio; también significa el árbol baniano. Sus flores y frutos no sirven ni para olerse ni para ser comidos. Sin embargo, sus hojas están temblando incesantemente movidas por el viento. Por eso se le llama también hojas temblorosas (chaladala). Los objetos mundanos también están siempre moviéndose, son inconstantes. Siempre están cambiando de posición. Para que la gente comprenda esta verdad y se esfuerce por hacerla suya, es por lo que se le llama asvattha.

Esta disquisición es para que el hombre desarrolle la visión superior y anhele tener fe constante en Brahman. El mundo objetivo puede ser realmente comprendido sólo mediante dos clases de exámenes: el externo y el interno. Hay un razonamiento que ata y un razonamiento que libera. Quien ve al mundo como mundo, ve erróneamente; quien lo ve como el Supremo, ve correctamente. El mundo es el efecto; tiene una causa y no puede ser diferente de ésta. Es sólo una mutación de Dios lo que lo constituye. Los millones de seres son las ramas, ramitas y hojas; la semilla es Brahman, en la que todo el árbol está resumido. Aquel que sabe esto, conoce los Vedas.